Acostumbrados al infortunio esta temporada, a los jugadores y técnicos de la Sociedad Deportiva Huesca les ha temblado el ánimo cuando el guardameta Roberto Santamaría ha chocado durante el entrenamiento de este martes con un objeto de los que se utilizan habitualmente en las sesiones y, dolorido, se ha llevado las manos a la pierna izquierda entre muestras de dolor. Los servicios médicos han revisado al jugador sobre el terreno para concluir que se trataba de un simple golpe. No ha completado la jornada pero todos han respirado tranquilos.

Santamaría ha dado el contrapunto a un inicio de semana en el que se quiere la mayor de las tranquilidades para preparar la cita definitiva del sábado en Vallecas (18.30), para la que el técnico Francisco Rodríguez podría tener la única baja, a falta de la evolución del navarro, de Carlos Akapo. El internacional guineano ha trabajado en el gimnasio, al margen de sus compañeros, y también se ha ausentado Álex Gallar con permiso del club por motivos familiares. No hay sancionados y se cruzan los dedos en el apartado físico. Juanpi tampoco ha concluido el trabajo y ha dedicado la parte final a realizar estiramientos. Con el grupo han estado los canteranos Javito y Gasca.

El Huesca se conjura para el duelo con el Rayo Vallecano, el primero de una serie de tres que continuará el martes 23 de abril con el Eibar en El Alcoraz y el domingo 28 en Villarreal (18.30). Tres citas que probablemente determinarán en buena medida la suerte de los azulgranas en el campeonato, al que solo restarán los envites con Valencia, Betis y Leganés. La desventaja de siete puntos respecto a la permanencia no evita que la intensidad y el buen ambiente sigan primando en las sesiones de trabajo. A partir de la de este miércoles, y hasta el viernes cuando se ponga rumbo a Madrid, Francisco sacará adelante los entrenamientos a puerta cerrada.