La SD Huesca ha dejado de defenderse con solvencia. En cada uno de sus tres últimos partidos, con el Alavés, el Real Madrid y el Celta, los azulgranas han recibido tres goles, una cifra elevada que, como se ha podido comprobar, complica mucho la recolecta de puntos. A pesar de que en las tres citas han sido competitivos, han acabado derrotados en dos ocasiones y tuvieron que conformarse el miércoles con los gallegos con el empate.

El sistema con cinco defensas con el que el equipo logró acercarse a tres puntos de la salvación y con el que se mantuvo durante tres jornadas con la puerta a cero, las tres únicas de todo el curso, no hace ya que los de Francisco parezcan un bloque compacto. El primero en romper el muro fue el Athletic, aunque de penalti. En el siguiente compromiso Granero adelantó al Espanyol con una falta directa y Ben Yedder también superó a Santamaría desde los once metros en la visita del Sevilla a El Alcoraz.

El primer tanto en contra de jugada desde el 0-3 con el Atlético de Madrid fue obra de Jaime Mata en el 2-1 con el Getafe. Desde entonces, la lata ha quedado completamente abierta. El número de lanzamientos de los rivales no ha aumentado significativamente. Si en los seis enfrentamientos previos la media de disparos de los contrincantes de la SD Huesca era de 10,6, en los tres siguientes al cruce con los del sur de Madrid es de trece.

En esos tres, eso sí, los altoaragoneses han sido golpeados ya dentro de los últimos diez minutos, Circunstancia que les ha costado puntos, especialmente en el Santiago Bernabéu y con el Celta, y que preocupa a Francisco Rodríguez, su entrenador.

El Alavés, después de que el Huesca hubiese desaprovechado dos ocasiones claras en un partido que marchaba 1-1, se puso por delante en el minuto 80 gracias a un tanto de Guidetti. Después, en el 86, Calleri sentenció con el 1-3.

En la visita al Real Madrid, el careo entró en su último minuto con un 2-2 en el marcador. Sin embargo, Benzema sacó a pasear su calidad para firmar el 3-2. Ya el miércoles, Boudebouz, en una contra, fijó el 3-3 en el minuto 81.

La circunstancia no es nueva. Al contrario, se ha repetido en otras ocasiones en lo que va de temporada. En la jornada 11, Jorge Molina ahogó las ilusiones de El Alcoraz con una diana en el descuento que hizo que hubiese que conformarse con el 1-1 en la visita del Getafe. Moreno consiguió el 1-2 para el Villarreal en el 81 en la jornada 16, aunque entonces Longo salvó un punto con el 2-2. Una semana después, el ogro en Mestalla fue Piccini en el 90 (2-1).