El central argentino Martín Mantovani es ya un jugador más a las órdenes de Francisco Rodríguez. Después de que el martes se anunciase su fichaje y volase desde Canarias hasta la capital oscense, se ha entrenado por primera vez con la Sociedad Deportiva Huesca este miércoles en una sesión que se ha desarrollado a puerta cerrada en el estadio de El Alcoraz. Cedido por la Unión Deportiva Las Palmas hasta final de temporada, está en perfectas condiciones para entrar en la convocatoria este sábado para recibir al Alavés (13.00).

El jugador de 34 años se ha incorporado a la rutina azulgrana de trabajo y se le presentará este jueves a los medios de comunicación. En su cuenta oficial de Twitter se ha despedido de Las Palmas dando las gracias al club y a la afición “por estos ochos meses bonitos”, pues se incorporó el pasado verano, y anhelaba que “ese deseado objetivo de ascender a Primera se cumpla. Pío pío más que nunca”. También ha salido al paso de informaciones que indicaban que quería salir de la isla tras el despedido del técnico Paco Herrera y la llegada de Pepe Mel para desmentirlas.

Ya en clave oscense, Mantovani daba “las gracias al club por la confianza que ha depositado en mí para intentar alcanzar la deseada salvación”. Llega para disputar los once últimos compromisos por la lesión de larga duración de Pablo Insua. Al del Alavés sucederá el parón por los compromisos de las selecciones nacionales y la Liga se retomará el domingo 31 de marzo, nada menos que ante el Real Madrid de Zidane en el Bernabéu (20.45).

Los azulgranas se han entrenado sobre el césped de El Alcoraz con Rivera cada vez más recuperado de la fractura en el codo, lo que le hace subirse a los planes de Francisco para el sábado. A la espera de su evolución, el concurso de Miramón y Akapo sigue en el aire, como también la presencia de Javi Galán a la espera de que este miércoles se pronuncie el Comité de Competición. Mantovani, con muchas opciones de acceder a su primera lista, será el cuarto central de la plantilla y en una defensa de tres abre el abanico para que alguno de sus compañeros se transforme en lateral en caso de necesidad.