En cuadro, así se encuentra la defensa del Sevilla de cara al partido del sábado con la SD Huesca (18.30) en El Alcoraz. El conjunto hispalense entrenó este miércoles con solo uno de los seis centrales con los que cuenta el técnico Pablo Machín presente en la sesión, Sergi Gómez. Mercado y Wöber sufren diversas molestias tras su último partido con el Barcelona, en el cual tuvieron que ser sustituidos, Carriço arrastra una sobrecarga, Kjaer se encuentra entre algodones y Gnagnon, continúa ejercitándose al margen.

Otros jugadores que están en proceso de recuperar su mejor tono físico son el carrilero zurdo Sergio Escudero y el mediocentro francés Maxime Gonalons, además del extremo Manuel Agudo 'Nolito', éste baja de larga duración. De este modo, Machín tuvo que echar mano del filial. Así, junto al primer equipo también se ejercitaron Genaro, Amo y Berrocal.

El partido con el Huesca, punto de inflexión

El encargado de tomar la palabra en el Sevilla fue precisamente su único defensa completamente sano. Sergi Gómez es "consciente de la importancia del partido ante el Huesca" del próximo sábado, que espera que "sea un punto de inflexión tras no haber hecho buenos partidos fuera de casa", pues los sevillistas no vencen a domicilio en Liga desde finales de septiembre, cuando lo hicieron en Éibar.

El jugador advirtió de la peligrosidad del colista porque "más allá de estadísticas, parece que no hay equipo en mala situación, que te puede ganar cualquiera", y añadió que es la sensación que desea "romper" ante el Huesca con "otra victoria, por fin, fuera de casa".

"Queremos romper la racha fuera y de nosotros depende ganar para seguir estando arriba. Son tres puntos muy importantes", afirmó el central contratado esta temporada procedente del Celta, quién también defendió a su entrenador: "Estamos a muerte con el míster y con su forma de trabajar. Su idea la tenemos clara y hay partidos donde no solo influye el sistema sino el rival, pero jamás hemos dudado".