Pablo Insua, de descartado a imprescindible

El central gallego, que no debutó hasta la jornada 12, ha disputado los últimos nueve encuentros para elevar las prestaciones defensivas de la SD Huesca

Pablo Insua, durante el partido del pasado viernes con el Valladolid.
Pablo Insua, durante el partido del pasado viernes con el Valladolid.
Rafael Gobantes

Entre los factores que explican que la Sociedad Deportiva Huesca sea un equipo emergente en este comienzo de 2019 y no uno inerme se encuentran, además del cambio de dibujo de Francisco o de los fichajes invernales, la labor callada de Pablo Insua. El central gallego se ha convertido en una de las vigas del entramado defensivo después de superar un difícil comienzo de temporada y ha disputado los nueve últimos encuentros oficiales casi completos, pues solo fue sustituido en el duelo con el Villarreal. El zaguero se ha reencontrado con su versión de Leganés, la que le convirtió en general de la plaza y llamó la atención del Schalke 04 para incorporarlo a sus filas.

El esquema con tres centrales ha sonreído a Insua, pero hay mucho más que explica su importancia en el actual Huesca. Como el entendimiento con Xabi Etxeita y Jorge Pulido para conformar una terna que funcionó como un todo, como una máquina bien coordinada para dejar la puerta a cero ante Real Sociedad y Valladolid. El coruñés, ubicado a menudo en el centro de esta defensa, luce velocidad de reacción y colocación para neutralizar los ataques rivales.

No pintaba bien el curso después de debutar en la jornada 12 ante el Alavés y después de haberse quedado sistemáticamente fuera de convocatorias y onces con Leo Franco y Francisco. Para mayor desgracia, cayó lesionado a los 23 minutos aquel 11 de noviembre y no pudo reaparecer hasta la discretísima cita copera con el Athletic, en la que metió un autogol en San Mamés. Con semejantes precedentes, el futuro de Insua en el Huesca no parecía nada halagüeño.

Con todo, Francisco le dio otra oportunidad con la visita del Real Madrid el pasado 9 de diciembre. Desde entonces no se ha bajado de las alineaciones. La caída en desgracia de Rúben Semedo, con quien el entrenador dejó de contar tras el 2-1 de Mendizorroza, y la ubicación de Pulido en el lateral zurdo le reabrieron las puertas del once en aquella cita para repetir en las posteriores. Incluso con la vuelta al once de Akapo, como sucedió en Valencia, la baja de Pulido mantuvo al gallego a bordo. Frente al Betis, la ubicación de Miramón como interior conservó su plaza como central y en Leganés fue baja Etxeita. Pulido volvió a ser lateral zurdo contra el Atlético de Madrid y a partir de entonces la defensa de tres centrales ha mantenido a todos los efectivos en guardia. Ya son cuatro con el recién llegado Adrián Diéguez, y la ausencia de Pulido por sanción en Montilivi le convierte en alternativa. Insua será de nuevo un valor seguro.

Con el coruñés, el Huesca atraviesa por el momento más dulce de la campaña y la línea defensiva se ha reivindicado en los últimos compromisos en los que ha contribuido a guardar sin mácula la meta de Roberto Santamaría. En Girona, los oscenses se medirán al siguiente gran reto del curso después de haber mejorado sus prestaciones ofensivas y defensivas: ganar por fin fuera de casa, condición indispensable para la tan necesaria concatenación de victorias.

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