SD Huesca-Real Madrid, un día para disfrutar

Ha llegado el momento esperado por muchos desde que se consumo en Lugo el ascenso a Primera División allá por mayo. Aterriza el Real Madrid en El Alcoraz. A sus vecinos colchoneros también se le recibirá con ilusión, pero quizá con medio punto menos de intensidad, y al Barcelona ya se le vio por estos pagos hace cuatro años en la Copa del Rey. Lo de los actuales tricampeones de la Liga de Campeones es casi una novedad absoluta. El equipo blanco no se mide a la Sociedad Deportiva Huesca desde 1963 y entonces fue un amistoso entre un conjunto de Primera División y otro de Tercera. A partir de las 16.15 de este domingo cara a cara estarán dos miembros de pleno derecho de la considerada mejor liga del mundo.

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Será una jornada más para disfrutar que para sufrir, aunque seguramente en la planificación inicial del curso el parámetro ‘disfrutar’ pesaba más que el de ‘sufrir’ con respecto a lo que la realidad dicta ahora. Lo ideal para el conjunto de Francisco Rodríguez hubiese sido encontrarse en este choque sin agobios, pero los apuros no pueden ser mayores. Colista, con solo siete puntos en 14 jornadas, recién eliminado en la Copa del Rey a manos del Athletic con un global en la eliminatoria de 8-0 y con la necesidad imperiosa de lograr algo positivo que cambie la cara al enfermo. En actuaciones pretéritas desde el vestuario se hablaba de la urgencia por sumar los tres puntos para iniciar el cambio de dinámica, contra los merengues se considera que el empate también valdría e incluso simplemente con hacer las cosas bien. Se siente mucho respeto a los blancos a pesar de que la era post Cristiano Ronaldo y Zidane ha arrancado de forma irregular y ya ha supuesto la llegada al banquillo de Solari en sustitución de Lopetegui. “Un mal momento de ellos sería el mejor de los nuestros”, ha reconocido esta semana Christian Rivera.

Los altoaragoneses tienen números a los que agarrarse para confiar en lograr un buen marcador. Lo de jugar lejos del Santiago Bernabéu al Real Madrid este curso no le está sentando bien. En Liga, ha caído en sus visitas al Sevilla (3-0), al Alavés (1-0), al Barcelona (5-1) y al Éibar (3-0), ha empatado frente al Athletic (1-1) y se ha impuesto al Girona (1-4) y al Celta de Vigo (2-4).

Sergio Ramos, Bale, Benzema o Isco serán algunos de los reclamos que presenten los merengues, aunque quizá uno de los que más llamen la atención sea Luka Modric. El centrocampista croata no fue alineado el jueves en la vuelta de los 1/16 de la Copa del Rey en la que su equipo se impuso por 6-0 al Melilla, un Segunda B, y podría disponer de sus primeros minutos tras haber sido galardonado el lunes con el Balón de Oro. A la vista de lo observado en el entrenamiento de ayer, Solari viaja sin Marcelo, Kroos, Casemiro, Nacho, Reguilón y Mariano.

Después de que la enfermería del Huesca hubiese quedado prácticamente vacía, a excepción de Melero, que paradójicamente está ahora disponible tras regresar a los terrenos de juego el jueves frente al Athletic una vez superada una pubalgia, en los últimos diez días se ha vuelto a llenar y además con nombres relevantes. Primero cayó Semedo en San Mamés, después la derrota en Balaídos dejó KO a Gallar y a Akapo, y el último en unirse a la lista ha sido Musto, con una rotura en el gluteo.

Los altoaragoneses entrenaron ayer a puerta cerrada y tampoco Francisco quiso dar muchas pistas en su comparecencia ante los medios. De todos modos, no parece que vaya a ver una gran revolución en sus planteamientos. Brezancic parece el elegido para el lateral izquierdo dejado libre por Akapo, el hueco de Musto sería para Aguilera y Gallar venía compartiendo minutos con Gürler, aunque tampoco habría que descartar a Chimy Ávila.

Juegue quién juegue, es de esperar que la tensión y la intensidad no falte. El Alcoraz, en el que habrá lleno, se prepara para una tarde para el recuerdo, la pasión, el sufrimiento y el disfrute. Es decir, para el fútbol.