La Copa del Rey se le ha atravesado a la Sociedad Deportiva Huesca y de qué manera. El conjunto de Francisco se vio superado por 0-4 por otro equipo que no atraviesa por su mejor momento. Conscientes de que la remontada tras el 4-0 de la ida era una entelequia, un ejercicio cabalístico, a los altoaragoneses se les pedía que diesen la cara, que fuesen un equipo sólido y que lograsen una victoria que rompiese la mala racha de 14 encuentros consecutivos sin conseguir un marcador favorable, ahora es de 15. Ese triunfo redentor que reforzase el trabajo realizado desde la llegada de Francisco y que supusiese un cambio de dinámica, más si se tenía en cuenta que el siguiente compromiso será el esperado desembarco del Real Madrid. Nada de eso ocurrió.

Cara a cara sobre el césped había dos animales heridos. Si los locales son los colistas, estos ‘leones’ dubitativos también se encuentran en puestos de descenso, con todas las urgencias que ello acarrea en una entidad histórica como la suya. Gaizka Garitano había dicho en la previa que la eliminatoria no estaba sentenciada, pero esa declaración estando las cosas como estaban solo podía leerse como un aviso hacia sus nuevos jugadores para evitar que se relajasen. El técnico había cogido el martes el testigo de Berizzo en el banquillo y el desplazamiento a la capital oscense era su estreno con los rojiblancos después de haber dirigido tan solo un entrenamiento.

Decíamos que el partido del domingo contra el Real Madrid estabapresente en la mente de todos los actores azulgranas y así se reflejó desde el inicio con un once que, como se esperaba, volvió a presentar numerosas novedades. Solo dos repitieron del careo ante el Celta del sábado anterior, Musto y Etxeita. Melero, una vez superada su pubalgia, volvió a lucir el brazalete de capitán; no se vestía de corto desde la visita del Espanyol, seis partidos oficiales atrás, y se le había echado de menos. Otra de las caras nuevas fue la inclusión en el lateral derecho de Almerge, canterano con ficha del Almudévar. Además, el elegido para cubrir el lateral izquierdo ante la lesión de Akapo fue la solución más natural, Brezancic, a pesar de su mala actuación en San Mamés. El serbio, que presumiblemente también se enfrentará a los blancos, mejoró notablemente, aunque también es cierto que con Beñat y Susaeta estuvo menos exigido que con Williams.

El primer susto lo dio nada más empezar Melero cuando tras un salto se echó la mano atrás y el primer aviso fue cosa de Gürler y Chimy en el minuto dos. El turco centró y el argentino remató fuera. Al margen de esto, los primeros compases fueron de tanteo entre dos conjuntos con mucho miedo a perder. Se miraban, trataban de estirarse, más con balones largos, los vascos y con toque los altoaragoneses, pero sin fiarse de quedarse destapados atrás.

En el 14’, Beñat sacó un córner que se envenenó, pero al que Werner reaccionó bien. El siguiente en amenazar al arquero argentino fue Córdoba con un tiro demasiado escorado. Sin mucha acción sobre el césped, lo cierto es que el balón estaba pasando más tiempo en la mitad del campo de los titulares del estadio.

El Huesca, muy plano y horizontal, también reclamaba su porción de protagonismo, aunque con destellos. Una bicicleta de Longo, una cabalgada de Chimy... A todas luces, insuficiente. Al final, un pase largo fue capturado por Aduriz, que solo ante Werner no perdonó. Otra vez los de Francisco se veían forzados a correr cuesta arriba. Antes del descanso, otro pase al hueco heló a El Alcoraz, pero Raúl García finalizó mal.

La segunda parte se abrió con una sustitución y una ocasión de los de San Mamés. Al igual que en Vigo, Musto, que arrastra problemas en la espalda, dejó su sitio a Aguilera y nada más descentrar Íñigo Martínez envió una falta cerca del poste izquierdo oscense.

Como en tantas otras ocasiones, el segundo gol de los vascos llegó en un error defensivo grave. La zaga se detuvo creyendo que había fuera de juego, pero Aduriz, protagonista de nuevo, estaba habilitado por Almerge, que tuvo que ser sustituido poco después lesionado, y otro jugador del Athletic que estaba fuera del campo no intervino en la acción. Werner hizo la estatua ante un suave toque del veterano ariete, autor ya de otros dos goles en la ida.

Chimy, el único que se negaba a deprimirse, volvió a hacer gala de su casta y en un arranque estuvo cerca de acortar distancias. Disparó seco, Unai Simón se estiró para desviar el esférico al palo y en la continuación el respetable pidió penalti. No se señaló entonces, pero sí después. Camacho, recién ingresado en el terreno de juego, fue el encargado de lanzarlo y de fallarlo.

El Athletic tomó nota y no quiso más sustos. Los vascos llegaron hasta la cocina y Williams no tuvo más que empujarla dentro, era el 0-3. Ya en el descuento, el mismo jugador redondeó la faena con el cuarto.

Del dinamismo, la intensidad, las ocasiones y el hambre de las últimas actuaciones en El Alcoraz apenas se vio nada. Habrá que confiar en que todo eso y mucho más se guarda junto a los futbolistas que estuvieron en el banquillo y en la grada para el Real Madrid. Ese, será el partido que importa de verdad esta semana.

Ficha técnica

SD Huesca: Werner, Almerge (61, Miramón), Etxeita, Insua, Brezancic, Musto (45, Aguilera), Sastre (70, Camacho), Melero, Gürler, Chimy Ávila y Longo.

Athletic Bilbao: Unai Simón, Capa (58, De Marcos), Yeray, I. Martínez, Yuri, Beñat (82, San José), Dani García, Raúl García, Susaeta, Aduriz (61, Williams) y Córdoba.

Goles: 0-1, min. 36: Aduriz. 0-2, m. 57: Aduriz. 0-3, min. 30: Williams.0-4, min. 90: Williams

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño).

Incidencias: Partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en El Alcoraz ante 5.561 espectadores.