Un rompecabezas, y nunca mejor dicho, es en lo que se está transformando esta temporada el lateral izquierdo para la Sociedad Deportiva Huesca. Cuando la reconversión de Akapo parecía haberse asentado como la solución idónea, su lesión ha vuelto a abrir una incógnita que ya se vivió con la baja de Luisinho, el jugador llegado este verano para convertirse en amo y señor de esa demarcación.

Sin Akapo, que se mantendrá fuera de juego hasta después de Navidad por una lesión en el bíceps femoral de su muslo izquierdo, la solución más natural sería la de Brezancic, único lateral izquierdo sano que le queda en la plantilla a Francisco. Sin embargo, su mala actuación en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Athletic en San Mamés, señalada directamente por el técnico, parece cerrarle las puertas.

Otros dos futbolistas más han cubierto en lo que va de curso la banda zurda en algún momento u otro, Miramón y Ferreiro. Insua o Pulido también podrían figurar en la baraja de posibles candidatos.

Hasta la lesión de Luisinho en la visita al Atlético de Madrid, en la sexta jornada, su titularidad no tuvo discusión. Sin embargo, en el minuto 47 de aquel partido y tras una disputa con Correa, su ligamento cruzado de la rodilla derecha dijo basta. Leo Franco miró al banquillo y la solución que encontró se llamó Akapo, en principio, lateral derecho.

El internacional por Guinea Ecuatorial finalizó el encuentro y volvió a ser alineado en el recibimiento al Girona en la jornada siguiente. Solo aguantó sobre el césped 21 minutos antes de que un fuerte golpe le obligase a ser sustituido. En esta ocasión, ingresó en el terreno de juego Etxeita para ocupar el central, mandar a Pulido al lateral derecho y a Miramón, al izquierdo. Más adelante en el partido, Ferreiro acabaría enclavado en esa banda tratando de darle proyección en ataque.

El siguiente compromiso fue el desplazamiento a Valladolid. Sin Luisinho, sin Akapo y con Brezancic fuera de los planes del preparador argentino, éste, en el que sería su último partido como técnico azulgrana, optó por Miramón. El zaragozano no se encontró cómodo y acabaría reubicado en la que es su casa, la banda derecha.

Ya con Francisco en el banquillo y con Akapo recuperado, el ecuatoguineano se convirtió en su opción preferente a partir de la visita del Espanyol a El Alcoraz. Pasó seis jornadas consecutivas anclado al once inicial, además del encuentro de Copa, hasta que en Vigo el sábado durante una carrera de más de sesenta metros con Aspas, que supuso el 2-0, un pinchazo en el muslo le hizo frenar. En todo ese tiempo, solo en una ocasión se había alejado antes de la cal. Fue en Vitoria y, de nuevo, a raíz de una dolencia física. Insua, en su debut con los altoaragoneses, solo aguanto en el césped 23 minutos. Brezancic le dio el relevo y Akapo pasó al centro de la zaga.

Ahora, la vuelta del cruce copero contra el Athletic de mañana podría servir de banco de pruebas de cara al duelo con el Real Madrid del domingo.