La SD Huesca aguanta una hora

Los azulgranas aún no compiten los 90 minutos: han recibido 14 goles en las segundas partes; de ellos, 11 en los últimos 30 minutos

Varios de los futbolistas de la plantilla azulgrana, durante un entrenamiento.
Varios de los futbolistas de la plantilla azulgrana, durante un entrenamiento.
Rafael Gobantes

Es una de las cuestiones que más preocupan a Francisco Rodríguez, la certeza de que la Sociedad Deportiva Huesca no compite los 90 minutos. De que a partir del 60 los azulgranas son presas de un decaimiento que cuesta puntos y partidos. El cuerpo técnico del entrenador almeriense, superado ya el mes de estancia en el club oscense, trabaja a contrarreloj para revertir este problema en un momento exigente de la temporada, en el que se van a acumular los compromisos de Liga y Copa del Rey hasta las vacaciones navideñas y la suma de victorias empieza a ser un imperativo inaplazable.

En busca de la plena competitividad, los preparadores inician una semana que desemboca en la cita del sábado ante el Levante en El Alcoraz (18.30) y que llega precedida por el parón de selecciones y un fin de semana de descanso. A la paulatina recuperación de piezas, Francisco añadirá el plan habitual de trabajo enfocado a poner coto a un dato demoledor: el Huesca ha encajado once goles en la última media hora de sus partidos. En concreto, en ocho de los doce que ha disputado hasta la fecha. Es uno de los clubes de Primera que presenta un mayor desequilibrio en este sentido.

Un mal que se ha cebado especialmente en la todavía incipiente era Francisco, pues se ha reproducido de manera machacona en los tres últimos compromisos, saldados con dos derrotas ante Alavés y Sevilla y una victoria que se escapó en el último instante contra el Getafe. El andaluz tiene razones para lamentarse. En Mendizorroza, el error defensivo de Semedo a los 68 minutos privó a los azulgranas de un empate que quizá merecieron. Ante los getafenses, Molina firmó las tablas en el último suspiro y en el Sánchez Pizjuán el doblete de Sarabia llegó en los minutos 64 y 78, sin apenas margen para la reacción.

El Huesca es todavía, y ya se ha alcanzado un tercio de la competición, un equipo falto de una línea regular de rendimiento. Con Francisco es un conjunto que trata de ser más protagonista que en el pasado más reciente y que trata de buscar el equilibrio entre el ataque y la defensa. Hasta la fecha, apostando por una defensa de tres centrales con la que el preparador no termina de encontrarse satisfecho. De ahí que en el amistoso del pasado jueves con el Eibar en Tafalla probase dos sistemas alternativos: el 4-1-4-1 y el 4-4-2. Con escaso éxito, por cierto, y dos tantos recibidos más allá de la hora de juego.

También el día de su debut, con el Espanyol como oponente, el Huesca encajó el segundo tanto de Borja Iglesias a los 63 minutos, pero el Panda ya se había apuntado el primero de su cuenta antes del descanso. Cinco de los siete goles en contra se han producido superada la hora de juego, y este problema también se hizo patente con Leo Franco a los mandos ya que los azulgranas presentaron durante esas ocho jornadas un balance negativo de seis goles recibidos en esos tramos fatídicos de 30 minutos.

En Ipurua, el gol de Escalante a los 69 minutos, al menos, no impidió la victoria tras los dos iniciales de Álex Gallar. Y en San Mamés, la reacción final con los aciertos de Miramón y Chimy minimizaron los tantos de Susaeta y Yuri, este a los 63 minutos. En el Camp Nou, en cambio, el Barcelona cerró su goleada con tres dianas más en la última media hora a cargo de Messi, Jordi Alba y Luis Suárez de penalti. Ante la Real Sociedad en El Alcoraz, Mikel Merino ajustició a los oscenses en el recurrente minuto 63.

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