Una sola victoria de la SD Huesca en ocho visitas al Alavés

Los oscenses no derrotan a su próximo rival en su feudo, que visitan este domingo (12.00), desde la campaña 1983-84

Gallar pugna con Sobrino en el amistoso del pasado verano.
Gallar pugna con Sobrino en el amistoso del pasado verano.
EFE/J. R. Gómez

La Sociedad Deportiva Huesca regresa este miércoles al trabajo con la mente puesta en el partido con el Alavés (domingo, 12.00). Se otea en el horizonte el estadio de Mendizorroza, una instalación que lleva en pie desde 1924 y que, por tanto, ha vivido miles de historias teñidas de linimento y barro desde que el fútbol es fútbol. Vitoria ha sido tradicionalmente un terreno vedado para los azulgranas, pues en ocho visitas oficiales espaciadas en casi cinco décadas solo se ha ganado una vez. Eso sí, el recuerdo más fresco en la memoria es el 1-2 de la pretemporada jugado en la localidad de Alegría-Dulantzi.

Los de Francisco Rodríguez aspiran a llevarse los tres puntos ante un rival que promete un campo de minas. Los futbolistas y el propio técnico pueden preguntar cómo hacerlo al consejero José Antonio Martín, Petón, o al utillero José Luis Tosat, Chera. Ambos pertenecían a la plantilla azulgrana que se impuso al Alavés en su estadio en el único precedente hasta la fecha. Sucedió el 2 de octubre de 1983 y los oscenses vencieron por 0-1 con un tanto de Alejandro a los 39 minutos.

Aquella campaña, la 1983-84, unía a ambos clubes en Segunda B, entonces con solo dos grupos. Se encuadraron en el primero y ninguno de los dos equipos logró su objetivo al final de la temporada. Los azulgranas bajaron a Tercera División y los blanquiazules no consiguieron ascender a Segunda. En aquel plantel comenzaba a despuntar un joven y menudo delantero llamado Ernesto Valverde. Y en los oscenses, algunos nombres muy ligados a la historia del club como los de Garde, Estallo, Orúe, Ferrer, Omiste o Ramón Calvo.

El técnico de ese Huesca, Ignacio Rojas, apostaba por aquel entonces por una defensa con tres centrales, la misma idea que puede mantener Francisco 35 años después. En el fútbol está todo inventado. O casi. Antes de aquella victoria, los aragoneses habían acudido tres veces a Mendizorroza en la década de los 70 con un bagaje de dos derrotas y un empate. Sucedió con los dos clubes en Tercera y un cruce de la Copa entre medias.

La historia reciente tampoco se pone del lado oscense. Alavés y Huesca se encontraron en un par de ocasiones más en los 90, en Segunda B (2-0 y 0-0), y se citaron una vez más durante la primera campaña de los azulgranas en la categoría de plata, la 2008-09. Con la salvación prácticamente asegurada, el equipo dirigido por Antonio Calderón cayó goleado por 3-0. Con todo, los vitorianos descendieron a Segunda B y ya no se cruzarían hasta 2016. Aquella campaña fue radicalmente distinta para los vascos, que retornaron a Primera de la mano de José Bordalás. Un tanto de Manu Barreiro derrotó a los visitantes. Los últimos referentes son amistosos; en el del pasado agosto los dos goles de Gallar neutralizaron el de Guidetti.

No estarán solos

Más de 600 seguidores azulgranas acompañarán al conjunto aragonés el próximo domingo en Vitoria. Las más de 500 entradas entre aficionados, peñas y protocolo enviadas por el club vasco a la entidad oscense se agotaron la pasada semana. Además, serán bastantes más las personas que asistirán por su cuenta al partido, por lo que el del domingo será, junto al primero de la temporada a Éibar, el desplazamiento más numeroso del curso.

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