El peligro no viene de arriba

La SD Huesca, el equipo que más encaja en Primera División (22), no ha recibido ningún gol de cabeza. Tampoco ha anotado de ese modo el conjunto altoaragonés.

Cucho Hernández intenta rematar de cabeza en una acción del partido contra el Eibar que terminó en gol de Gallar.
Cucho Hernández intenta rematar de cabeza en una acción del partido contra el Eibar que terminó en gol de Gallar.
Rafael Gobantes

En Primera División, y más cuando acabas de incorporarte al gran escaparate futbolístico español, el peligro acecha la portería cada segundo. Uno nunca puede confiarse. El balón puede estar rondando el área del adversario y de repente, tras un súbito movimiento de contraofensiva, el delantero rival carga el fusil para disparar contra tu meta. Además, el peligro llega desde cualquier punto de la superficie verde y desde cualquier ángulo. Golpeos con la derecha, con la izquierda, dentro del área, fuera del área, en estrategia, a través de centros, en un mano a mano, tras un pase al espacio, también en propia puerta, remates de cabeza... ¿De cabeza? Con la Sociedad Deportiva Huesca no. Hasta el momento tanto los jugadores azulgranas como sus enemigos la han utilizado para cavilar durante los partidos y para lucir trabajados y en ocasiones rocambolescos peinados, porque de goles con la testa nada de nada. Ni anotados ni recibidos. Y eso que en el último apartado el Huesca es, con 22, el equipo que más veces ha recogido la pelota de entre sus redes. Ni una sola de ellas lo ha hecho por culpa de un cabezazo.

El peligro para el conjunto oscense no viene de arriba. Otra cosa es cuando el esférico aparece por su área en forma de centros laterales por abajo. Ahí sí que está sufriendo el Huesca. Mucho. Porque no son pocos de los 19 tantos que ha recibido con el balón en movimiento los que han terminado entrando. Hasta siete se han producido de ese modo.

Además, los azulgranas, que se destacan igual por no haber dejado su portería a cero en ningún encuentro, no están siendo capaces de contener a los rivales cuando pisan su área: son 15 los goles recibidos que se han producido en las inmediaciones de la portería defendida por Werner o Jovanovic. De estos, siete llegaron en contra del Huesca en situaciones sin oposición frente al guardameta.

Por estos datos mencionados que dejan patente que los adversarios saben cómo alcanzar sus dominios, casi es sorprendente que los aragoneses hayan conseguido cerrar su espacio aéreo en defensa. Y es, junto al Real Betis, el único equipo de Primera que lo ha hecho hasta ahora.

Con el Rayo Vallecano comparte el Huesca el último puesto de la estadística global de goles de cabeza anotados. Los dos peores clasificados del campeonato liguero no saben lo que es festejar una diana obtenida gracias a un cabezazo.

Donde tampoco ha sacado rendimiento la escuadra altoaragonesa es en las réplicas ofensivas, ya que no ha marcado al contraataque en lo que va de campeonato. En este caso no puede decir lo mismo el Huesca en el lado opuesto del campo, ya que hasta tres jugadas de contra del rival han acabado alojándose en su portería.

En resumen, que un examen sin detallar al milímetro de algunos de sus números decreta deficiencias que los azulgranas deberán subsanar urgentemente para poder escapar del farolillo rojo de la clasificación, empezando por el registro más importante, el de los puntos. Solo si el Huesca es capaz de ganar en consistencia defensiva y en prestaciones ofensivas será capaz de avanzar hacia un futuro inmediato más esperanzador en la Primera División.

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