El Huesca, a construir su primera victoria como local

La Real Sociedad visita este viernes el estadio de El Alcoraz (21.00, Gol TV) para la celebración de un duelo entre dos equipos que aspiran a cambiar sus trayectorias tras dos derrotas

Gonzalo Melero atiende a un joven aficionado antes de comenzar una sesión de entrenamiento esta semana.
Gonzalo Melero atiende a un joven aficionado antes de comenzar una sesión de entrenamiento esta semana.
Rafael Gobantes

Fútbol, gourmet, de Primera División, pero al fin y al cabo fútbol. Un partido entre un club recién ascendido y un clásico de la liga española. Más allá de lo que significa el establecimiento de Huesca como sede para la máxima categoría, que es un acontecimiento iniciático pendiente de elevar su intensidad, no hay más aditivos a los noventa minutos previstos este viernes en El Alcoraz (21.00). Es momento de concentrar los esfuerzos en el rendimiento deportivo y en el rival. Ya se cortaron las cintas de la inauguración del remodelado estadio y el público altoaragonés supo en vivo y en directo cómo es un encuentro del nivel superior.

Fue su desfloración. Con los consabidos nervios. Incluso cierta ansiedad. Les sudaban las manos a los aficionados, embriagados por una emoción desconocida: estaban viendo a su Huesca como local en Primera División. Dentro del rectángulo verde, los futbolistas parecieron contagiarse por el contexto de la inusual jornada, así como de las jornadas previas. Y en estas pasó un Rayo que fue letal. Con un único destello. Y el Huesca se quedó ciego.

Tanta expectación, acrecentada por el hecho de que la puesta de largo en casa se demorara hasta la cuarta fecha del calendario. Tantas ganas acumuladas. Quizá demasiadas. No ya para los seguidores, cuyo límite está en el infinito, pero sí una miríada de sensaciones capaz de desbordar la templanza de los jugadores. Aquellos que triunfaron en Eibar, asombraron por su persistencia en Bilbao y salieron acribillados de Barcelona por pasarse de valientes debían competir al amparo de su guarida, ante los brillantes ojos oscenses y las miradas ajenas procedentes de los cinco continentes, donde descubrieron El Alcoraz sentados junto al televisor. Como en numerosas ocasiones ha sucedido en el deporte, la extramotivación terminó soplando en contra los anfitriones. Y el Rayo atronó. Y la fiesta se apagó.

Este viernes se abre la jornada 5 en Huesca y para el Huesca ya no hay capítulos de apertura que engalanar con una victoria. Va a haber tres puntos valiosos del campeonato por asignar, va a haber un segundo partido de Primera en el Alto Aragón y la Real Sociedad va a retornar a El Alcoraz después de ocho años y medio sin pasar. Los donostiarras acudieron entonces como equipo de la categoría de plata, fuera de su hábitat natural, en aquel instante el paraíso para el Huesca. Ahora, el recinto azulgrana es una estación más dentro del recorrido liguero, hasta la fecha muy similar para locales y visitantes. Cuatro puntos atesoran ambos. Todos conseguidos en las dos jornadas inaugurales. Hasta los resultados calcaron fuera de casa: 1-2 y 2-2. Tras ello, frenazo, si bien la Real cerca estuvo de darle un susto al Barça el pasado fin de semana en Anoeta.

Aragoneses y vascos, pese a sus distintos enfoques generales para la temporada, persiguen a día de hoy el mismo fin. El triunfo respaldaría el arranque de curso, serviría para dar un salto en la tabla clasificatoria, alimentaría la ilusión en el vestuario y en el entorno y afianzaría el posicionamiento y el mensaje de los nuevos cuerpos técnicos.

En el del Huesca, Leo Franco ha mostrado durante la semana que medita retocar su dibujo básico en los cuatro encuentros disputados. Otra cosa es que lo haga, pero en sus probatinas han surgido algún nombre distinto y esquemas diferentes al 4-4-2. Si frente al Rayo se cayeron del once Cucho Hernández y Gallar (y Exteita), el delantero y el extremo apuntan a recuperar su sitio. El buen papel de Ferreiro ante los madrileños tampoco pasó desapercibido para el técnico argentino y el gallego oposita fuertemente a su primera titularidad. La gran novedad podría estar en la entrada de Aguilera por delante de la defensa (en un 4-2-3-1 o un 4-1-4-1), en la que repetirá Semedo. Moi Gómez sí o Moi Gómez no. Moi Gómez en banda o en el centro. El medio alicantino, el más experimentado en Primera y cuya calidad es indiscutible, se ha mostrado algo desubicado como interior, por eso está en las quinielas para pasar a la reserva. Gürler también se sentaría en el banquillo, en caso de que Leo Franco certifique la apuesta por Ferreiro. El ariete Longo, con poca presencia ante el Rayo, es otro sobre los que planea la sombra de la duda para el equipo titular. Las únicas bajas en el Huesca son las del portero Jovanovic y el lateral Brezancic.

Asier Garitano, técnico de la Real, recupera a uno de sus grandes baluartes, el delantero Willian José. Después de tres semanas fuera está en duda su presencia en el once txuriurdin. En la parte medular, Mikel Merino, Rubén Pardo y Zurutuza pugnan por un puesto junto a Illarramendi y Zubeldia. No están disponibles Januzaj, Llorente, Merquelanz y Sandro.

Alineaciones probables:

Huesca: Werner; Miramón, Pulido, Semedo, Luisinho; Musto, Aguilera; Gallar, Melero, Ferreiro; y Cucho Hernández.

Real Sociedad: Rulli; Zaldua, Aritz, Moreno, Theo; Illarramendi, Zubeldia, Zurutuza; Oyarzabal, Juanmi y Willian José o Jon Bautista.

Arbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego)

Estadio: El Alcoraz

Hora: 21.00 (Gol TV)

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