Musto tampoco puede jugar los amistosos

El centrocampista argentino arrastra una sanción por dopaje hasta el 16 de agosto y tendrá que esperar a Éibar

Musto, durante un entrenamiento en el Instituto Montearagón.
Musto, durante un entrenamiento en el Instituto Montearagón.
Rafael Gobantes

Tras la disputa de tres amistosos, con las victorias ante Atlético Monzón (5-0) y Lleida Esportiu (2-3) y la derrota del miércoles ante Osasuna en Fustiñana (1-0), solo faltan por debutar como futbolistas de la Sociedad Deportiva Huesca Samuele Longo, Damián Musto y Xabier Etxeita. El argentino no podrá hacerlo hasta Éibar, puesto que la sanción de seis meses por dopaje que se le impuso la pasada campaña impide que dispute cualquier tipo de partido, oficial o no, hasta el 16 de agosto.

Con todo, el club confía en que llegue "a Ipurúa al 100 % porque se está entrenando fuerte", señaló ayer el director deportivo, Emilio Vega. Etxeita podría disputa sus primeros minutos mañana en El Burgo de Osma frente al Numancia (19.30) y Longo se encuentra recuperando el tono físico que le arrebató la lesión de hombro sufrida el curso pasado en el Tenerife. En tierras navarras ya se estrenaron el portero Axel Werner, que disputó todo el choque; Pablo Insua, que jugó la primera mitad; y Rubén Semedo, que saltó al campo en el minuto 62. Han contado con apariciones en los tres compromisos los también recién llegados Miramón, Luisinho, Eugeni y Jonathan Toro.

Con ellos, Leo Franco ha utilizado ya a 19 de los jugadores que tendrán ficha en Primera División; al propio Toro, que saldrá cedido; y a los juveniles, con minutos para Almerge y Arnedillo en Navarra y Lérida y unas maneras más que prometedoras para un futuro próximo. El preparador solo ha podido emplear de manera regular a tres de los fichajes, lo que ha paliado con la utilización del bloque del ascenso y a falta de tres refuerzos más si no se produce alguna salida hasta el 31 de agosto. Además, ha probado piezas fuera del lugar donde en principio deben ofrecer su mejor rendimiento. Necesidades puntuales del guión han situado a Aguilera como central. Y Franco dispone de un variado surtido de futbolistas para las bandas, desde los naturales Ferreiro y Gallar hasta Moi Gómez, Sastre, Eugeni, Chimy o Cucho en función de lo que demande el partido correspondiente.

Dentro de un dibujo 4-4-2 que, lejos de ser inamovible, presenta mucho dinamismo en todas sus variantes, algunos nombres se perfilan como importantes. Werner es el portero a falta de que llegue un recambio que complete esta línea. En los laterales han resultado elocuentes las titularidades de Miramón y Luisinho en Lérida y Fustiñana por delante de Akapo y Brezancic. El primero, además, arrastrará sanción en las dos primeras jornadas de Liga.

El eje de la zaga ofrece varias combinaciones a falta de que el preparador se decante por la titular para la Liga. Pulido se ha reivindicado como un recurso de garantías y tanto Insua como Semedo se estrenaron hace dos días. El gallego con sobriedad y el portugués evidenciando una falta de ritmo coherente con la situación que ha vivido y que se remediará con entrenamientos y minutos sobre el terreno de juego.

En el centro del campo, y a falta del concurso de Musto, Aguilera y Melero compusieron el doble pivote ante Osasuna. El capitán, sin la certeza de su continuidad, parece llamado en el caso de continuar a un rol más similar al de la temporada de Anquela que al de centrocampista llegador con Rubi. Leo Franco busca la combinación entre los tres hombres del medio con responsabilidad ofensiva para dejar pasillos a los laterales.

En la delantera, los dos puntas han de ser complementarios y dispondrán de metros para correr en el escenario que se plantea el Huesca, con el dominio del balón en los pies del equipo rival y un sacrificio defensivo coral para impulsar las salidas al contraataque.

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