Una experiencia de Primera

La cantera de la Sociedad Deportiva Huesca está representada por cinco jugadores en la concentración que el equipo azulgrana está llevando a cabo en Benasque desde el pasado lunes 9 hasta el jueves 19. Es habitual que algún miembro del fútbol base complete el grupo a lo largo del proceso preparatorio estival, lo que no lo es tanto, al menos así ha sucedido en el Huesca, es que sean aspirantes a estrellas del balón de tan corta edad. Y es que el quinteto de canteranos que ha acudido a Benasque se mueve en la franja de 17 a 18 años. Normal que estén tratando de aprovechar cada segunda de una experiencia que, además, en este verano del 2018 es de PrimeraDivisión tras el ascenso azulgrana a la máxima categoría.

Gustavo Abizanda, Dani Arnedillo, Javier Almerge, Carlos Kevin Omoruyi y Javier Gasca son la envidia de los cientos de chicos y chicas que componen el fútbol base del Huesca. Se han convertido en los grandes referentes a quienes seguir y tratar de emular en años venideros.

«Hay muchos compañeros que se han quedado en Huesca y queremos representarles lo mejor posible», afirma el portero Javier Gasca, de 18 años, quien comenta que en sus móviles son continuos los mensajes estos días por parte de los amigos. «Bromean, nos llaman profesionales», asegura el espigado guardameta oscense.

«Nos han dado esta oportunidad y es una ilusión tremenda», indica el centrocampista Dani Arnedillo, de familia «100% azulgrana», con su hermano también toda una vida en la base azulgrana y su padre Fernando, ex jugador y actual responsable de la cantera. De momento es el medio de 18 años el que más se ha lucido, al anotar el sábado contra el Monzón un golazo con un potente disparo lejano. «No me lo creía», esboza evocando unas imborrables imágenes. «Pero lo importante es que tuve minutos», defiende.

También los tuvo el defensa Javier Almerge, que es alumno aventajado al haber compartido ya algunos entrenamientos durante la pasada temporada. «Estoy muy feliz de estar aquí junto a profesionales. Se están enfrentando a un reto, la Primera División. Esperamos que lo hagan muy bien», desea. «Nosotros tenemos que esforzarnos al máximo para ayudar en lo que podamos», explica sobre la función que ellos asimilan como propia durante el ‘stage’ de Benasque.

No está ayudando todo lo que le gustaría Gustavo Abizanda, de 17 años, por un problema en la rodilla al poco de llegar a Benasque. «No me esperaba hacer la pretemporada con un club que este año además es de Primera División. Muy contento, aunque también un poco triste por la lesión en la rodilla», lamenta. Sin embargo, pronto da muestras Gustavo de que mantiene el ánimo elevado. «Desde que llegué he vivido el ascenso a Segunda desde Segunda B, y por suerte, el de Segunda a Primera. Espero que duremos muchos años más ahí. Y ahora ya se puede decir que somos canteranos de Primera», suelta con una risa que contagia.

«Es una alegría estar aquí. Siempre un joven piensa llegar a lo más alto en un club como la Sociedad Deportiva Huesca», expresa Carlos Kevin Omoruyi, benjamín de la expedición de 17 años. «Cuando hay que sufrir, sufrimos con todos para que vean que tenemos fuerzas para jugar en esta categoría», manifiesta el delantero. «Esto es otro nivel y siempre nos viene bien», espeta Arnedillo, quien confiesa que ya ha habido novatada. «Nos hicieron bailar en la cena del sábado», dice. «Hicimos lo que pudimos. A mí se me da mejor que a Javi (Almerge)», señala entre risas Gasca, mucho más serio al entonar que para él es «un orgullo» estar en Benasque.