Rubi: “Tenemos que darle total normalidad al partido”

El técnico del Huesca considera que “es muy grande” lo que está haciendo el equipo, pero destaca la dificultad de vencer al Lugo.

Un sonriente Rubi, en la sala de prensa de El Alcoraz, este sábado.
Rubi en la sala de prensa de El Alcoraz antes del partido de Lugo.
Verónica Lacasa

Admitía este sábado Rubi que estaba nervioso y que le había costado dormir, ante la situación de oro que se le presenta al equipo este lunes en Lugo, donde una victoria le llevaría matemáticamente a Primera División. Un hito histórico para el club azulgrana que ha despertado la euforia en la ciudad, pero que el técnico no quiere que se instale en el vestuario, apelando a que todavía hace falta certificar ese último triunfo. “Lo veo cerca. Pero nosotros tenemos que intentar no perder la seriedad hasta el final de la temporada, porque hay que respetar la competición. Pero esta misma nos está demostrando continuamente que equipos que no están en la pelea por nada están sacando partidos, por lo que nuestra obligación es ir a Lugo con todo el respeto del mundo, a sacar ese partido que nos de el ascenso tan soñado”, decía el técnico oscense en el arranque de su comparecencia, en la sala de prensa de El Alcoraz.

“Voy a intentar dejar los nervios aquí, y solo pensar en trabajar las dos sesiones que nos falta, dándole la normalidad de un partido más, para que el partido lo plantee así. Yo quiero que demos un buen nivel, luego el resultado puede ser el que se, pero si damos un buen nivel, tenemos muchas más posibilidades”, añadía el entrenador, insistiendo en el aspecto de mantener la concentración, ya que lo contrario sería “un disparo en el pie”, en palabras del propio entrenador. “Yo le voy a dar la normalidad total, a no cambiar nada y ver si es suficiente para sacar el partido”, aseguraba.

Porque el Huesca tiene delante tres oportunidades para lograr el ansiado ascenso, pero Rubi tiene claro que cuanto antes sea matemático, mejor, y se niega a especular con el mejor escenario en el que conseguirlo. “Tenemos tres finales y nos vale ganar una, pero queremos que sea la primera. Si bien es cierto que no podemos coger escenario, porque sabemos que luego se complica y tienes que lamentar un montón. La primera opción es Lugo, y ojalá lo consigamos allí, y que la gente que pueda venir pase un día maravilloso. Si no puede ser, pues lo haremos aquí, que también puede ser maravilloso. Pero nuestra obligación es liquidar el tema lo antes posible”, consideraba Rubi, pensando en esos dos aviones de aficionados que partirán desde el aeropuerto de Monflorite el lunes.

Pese a esa oportunidad histórica y el aliento de toda la provincia, desde el vestuario no se le pierde ni un ápice de respeto al Lugo, especialmente después de ver como equipos a priori sin aspiraciones reales en la tabla, han dado un vuelco a la categoría en las últimas jornadas. “Como hicieron Sevilla Atlético, Lorca o Tenerife ayer, es un equipo que va a querer demostrar que no regala nada”, anunciaba Rubi, y apuntalaba su cautela en el fútbol que atesora su rival de este lunes, que tras un brillante de temporada -llegó a El Alcoraz en diciembre, compartiendo liderato con el Huesca-, al final se ha visto instalado en la parte media de la tabla, certificando su permanencia sin apuros. “Jugamos contra un rival que hace muy buen fútbol, y que si nosotros no hacemos las cosas bien, nos puede ganar”, avisaba el técnico.

También hacía referencia el entrenador azulgrana a la racha de tres derrotas consecutivas del Sporting, y que ha permitido al Huesca tener aspiraciones de certificar su ascenso con mayor antelación de la que se presumía unas jornadas atrás. “Hemos hablado mucho de eso aquí, de lo difícil que nos lo estaban poniendo, ya que llevaban una racha de 28 puntos de 30, que son muchos. Esto era una forma de ponerte presión y de obligarte continuamente. Pero si me dices que si me esperaba que hicieran 0 de 9, está claro que no. Porque un equipo que ha demostrado todo lo que ha demostrado, está claro que no esperas que cambie tanto el porcentaje de puntos. Pero si atiendes a una temporada entera, al final siempre te van viniendo fases negativas de resultados. Unas veces las tienes espaciadas, o continuadas como nosotros en esos ocho partidos… Para todo el mundo es difícil, y a largo plazo lo veo normal. Al final llevamos 72 puntos, que tendrían que valer”, opinaba.

Aunque se negaba a adelantar acontecimientos, sí se atrevía el entrenador a considerar la oportunidad que supone el salto de categoría para toda la ciudad. “Es que es muy grande lo que está haciendo la SD Huesca, los que sois de aquí de siempre me lo trasladáis en el día a día. No sé si ha pasado algo a este nivel que pueda repercutir tanto en la ciudad, por lo que es normal esa avalancha y lo que se respira en el ambiente”, consideraba.

En la que podía ser la última rueda de prensa antes de que el ascenso sea real, Rubi echó la vista atrás, hasta el mes de julio en Benasque, cuando no ocultaba su ambición en sus discursos, pero quizás no podía imaginar un final tan brillante como el que ahora acarician. “Ya me habéis conocido, que yo no miro mucho más allá, porque conozco mi profesión, e igual que estamos pasando momentos muy felices, también los vivimos muy duros. Tenía mucha fe en que podíamos conseguir aquello a lo que nos comprometimos, que el equipo trabajara al máximo y que a la vez disfrutara para hacer disfrutar, pero hasta donde iba a llegar eso, ni me lo llegue a plantear”, recordaba. En el aspecto personal, también hablaba de manera positiva de toda su trayectoria reciente. “Siempre hemos ido mejorando el resultado de la etapa anterior, tanto en Segunda División como en Primera. En Primera no pudimos conseguir la permanencia, pero siempre progresando, que no es tan sencillo”, concluía.

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