El 17 de diciembre de 2017, los dos equipos revelación del campeonato liguero de Segunda se disponían a medir sus fuerzas en el estadio de El Alcoraz. De una parte, los propietarios del terreno, la Sociedad Deportiva Huesca; de otra, el Club Deportivo Lugo. Por nombres, debido al recorrido histórico de muchos integrantes de la categoría de plata, el partido a priori no debía levantar grandes pasiones más allá de la importancia de los tres puntos en liza. Sin embargo, para nada era así: entonces ese duelo no era uno cualquiera de los programados en la jornada 19, sino que era el choque más destacado de la misma al poner en juego el liderato que ambas escuadras compartían antes de que el balón empezara a dar vueltas sobre el césped oscense. El Huesca superó al Lugo por goleada (3-0) y se apoderó del primer puesto en solitario. Aquella derrota, a tenor de lo sucedido después, marcó el punto de inflexión para los gallegos, quienes perdieron fuelle paulatinamente hasta quedarse sin opciones de ascenso. Por eso el lunes recibirán a los altoaragoneses sin un objetivo concreto en juego.

El Huesca y el Lugo se habían plantado en la antesala de la jornada 19 con 33 puntos. Ahora, cuando la liga ha consumido ya 39 fechas, los oscenses, segundos, atesoran 72 puntos, mientras que los gallegos han sumado 53 y se hallan en la duodécima posición. Es decir, que el Huesca ha obtenido 39 puntos en los 20 partidos que han transcurrido desde su enfrentamiento contra el Lugo, cuya cifra de capturas se reduce a 20. El descenso en la producción ha ido limitando las aspiraciones de los albivermellos, que en estos momentos se han marcado el reto de superar el récord de 56 puntos en Segunda División. Los de Francisco han logrado una única victoria en los últimos ocho compromisos, por lo que la idea del vestuario gallego es elevar nuevamente su rendimiento en las tres jornadas que quedan para el final.

"Tenemos que pelear por otras cosas como el récord de puntos del club en Segunda, y acabar con buenas sensaciones", declaró ayer el delantero Cristian Herrera, quien aseguró que no existe un ansia especial en el vestuario lucense por cumplir revancha de la derrota en El Alcoraz. "Nos lo tomamos como un partido más", señaló el punta canario, que, eso sí, recordó que en la ida "nos anularon un gol legal y no nos pitaron un penalti claro".

Pese a que el Lugo no baja los brazos y quiere seguir compitiendo, el duelo del lunes contra el Huesca es más bien de trámite.