Frenazo ofensivo

El Huesca tan solo ha anotado un gol en los últimos cinco encuentros que ha disputado en el campeonato liguero. Suma casi dos tiros a puerta menos que antes por partido.

El delantero colombiano Cucho Hernández se retira triste después de empatar sin goles el miércoles contra el Albacete.
El delantero colombiano Cucho Hernández se retira triste después de empatar sin goles el miércoles contra el Albacete.
Verónica Lacasa

El gol lo es todo en el fútbol. Y es que sin la finalización, el resto de apartados en los mecanismos de juego pasan a un rol secundario. Por mucho que exista un orden marcial, por mucho que haya calidad para manejar con criterio la posesión o por muy bien que se apliquen las transiciones, si no se perfora la meta contraria el producto resultante es como un cóctel aguado. Está circunstancia la está padeciendo en sus carnes la Sociedad Deportiva Huesca, cuyo frenazo ofensivo se ha puesto de manifiesto en las últimas jornadas: el equipo altoaragonés solo ha celebrado un tanto en sus más recientes cinco apariciones en el campeonato liguero de Segunda División.

Los números en ataque no dejan lugar al engaño. El Huesca se ha quedado seco y con ello ha perdido buena parte de la fuerza exhibida en otras etapas de la competición. Paulatinamente, los de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ han ido menguando su ritmo de puntuación y al unísono han ido bajando sus números ofensivos, hecho que no se esconde dentro del vestuario. "Quizás no estamos teniendo la suerte que antes teníamos en momentos puntuales y no estamos acertados de cara a portería. Nos está costando en ese sentido", certificó este viernes el portero Álex Remiro. "Sí que es verdad que de cara a gol antes tirábamos 20 veces en la primera parte y ahora una o dos. Con un poco de tranquilidad y pausa acabará entrando", añadió el navarro, quien confía en las virtudes de alguno de sus compañeros para revertir la coyuntura actual. "Tenemos jugadores que son capaces de generar peligro solos", esgrimió Remiro.

El guardameta del Huesca vio desde su zona de influencia cómo su equipo no fue capaz el miércoles de derribar la muralla del Albacete (0-0). Es el segundo encuentro seguido sin marcar, puesto que en el derbi aragonés de La Romareda el Zaragoza se impuso por la mínima gracias al cero en el marcador oscense (1-0).

Como un oasis en el desierto aparece el gol que anotó Chimy Ávila en el Ramón de Carranza de Cádiz. El argentino estableció el 0-1 en el minuto 35 (1-1 al final), por lo que ya son 235 minutos sin marcar los que lleva el Huesca. Antes, los azulgranas cedieron por primera vez en El Alcoraz al caer 0-2 contra el Sporting –jornada 31–. Dicho encuentro fue precedido de la visita sin goles a Reus (0-0).

El 2-2 al Almería, en la jornada 29, es el último partido en el que el Huesca se prodigó en sus cifras más habituales. El bajón en ataque en estos cinco compromisos de liga puede observarse en letras grandes. No es necesario utilizar la lupa. Expuesto gráficamente: los oscenses han lanzado 16 veces a puerta, con una media de 3,2 por encuentro. Ahora la media total de la temporada es de 4,7 (161 tiros), mientras que antes del receso ofensivo era de 5 golpeos.

Fuera de los datos estadísticos residen las explicaciones inmateriales. Ahí surge una desde la evidencia: la sequía del centrocampista Gonzalo Melero y del delantero Cucho Hernández. La letal pareja, primordial en el establecimiento del Huesca como líder durante 18 jornadas, es autora de 23  goles (12 +11) del global de 45. Pero tanto el madrileño como el colombiano no marcan en jugada desde el 18 de noviembre.

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