Rubi y el Sporting, de un corto matrimonio a un reto de Primera

El técnico del Huesca se mide a su último equipo. Ambos buscan posicionarse mejor hacia el ascenso.

Joan Francesc Ferrer 'Rubi', en un entrenamiento junto a su segundo Jaume Torras.
Rubi y el Sporting, de un corto matrimonio a un reto de Primera
JAVIER BROTO

Se dieron el sí quiero el 18 de enero de 2017. Realmente el compromiso matrimonial se había pactado con anterioridad entre el técnico Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ y el director deportivo Nico Rodríguez, quien en nombre del Sporting de Gijón sedujo al preparador barcelonés y le convenció para que tomara el testigo de Abelardo tratando de reactivar la errática marcha de los rojiblancos. Después de que la unión prometiera emociones fuertes en un primer momento, Rubi no logró asegurar la permanencia del Sporting y el divorcio se consumó con la clausura de la temporada 2016/2017. Ahora, en marzo de 2018, el entrenador del Huesca y el conjunto gijonés van a protagonizar un reto de Primera, formando en bandos contrarios en el choque que tendrá lugar en El Alcoraz el próximo lunes (21.00).

Rubi ha conducido al Huesca hasta una situación novedosa y alentadora, con los azulgranas ocupando el ático clasificatorio desde hace 17 jornadas. Sin embargo, la racha de dos puntos de los últimos doce en juego han animado la lucha por descabalgar a los oscenses. Y es el Sporting de Gijón uno de los rivales que más aprieta desde una segunda línea de la tabla que pretende establecerse en el olimpo para privar al Huesca de su sueño de grandeza. Los asturianos, con un presupuesto elevado y enorme potencial en su vestuario, han conseguido al fin la estabilidad con la llegada al banquillo de El Molinón del ‘Pipo’ Baraja. En los cuatro encuentros anteriores en los que el Huesca no ha saboreado el triunfo, el Sporting ha añadido a su casillero diez puntos, gracias a un empate y tres victorias, las dos últimas consecutivas en Sevilla (0-1) y en casa contra la Cultural (4-0). El lunes será precisamente Rubi el que trate de dinamitar el camino de retorno a Primera para los rojiblancos, sobre todo por lo que conllevaría para su equipo: una victoria balsámica con la que se acrecentaría la moral y se espantarían las sombras que amenazan con oscurecer una trayectoria muy luminosa.

Rubi dijo adiós al Sporting de Gijón con una carta cariñosa en la que vaticinaba un regreso rápido a Primera para los asturianos. Lo que no imaginaba entonces es que pudiera ser él quien estuviera en disposición de cortar el vuelo a un equipo que, en estos momentos, parece apuntar alto.

Pese a la decisión de romper la relación matrimonial, el Sporting quiso destacar entonces su dedicación absoluta, con maratonianas jornadas de trabajo tanto por parte de Rubi como de su equipo técnico. Esa filosofía del esfuerzo y de controlar cada detalle la ha instalado en el Huesca. Un Huesca que persigue con ahínco la gloria.

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