Mérida y Sergio Herrera vuelven a su antigua casa

Osasuna tiene este curso un proyecto unidireccional: solo cabe el ascenso. Ha preparado una gran plantilla para ello.

En un simple vistazo a la plantilla del Club Atlético Osasuna, cualquier aficionado al fútbol se dará cuenta de que los navarros son un verdadero equipazo en la presente temporada de Segunda División. Impulsados por la inyección económica de la ayuda por el descenso, la configuración de nombres que habitan en el vestuario rojillo convierte a Osasuna en un claro aspirante al retorno a Primera. Después de disfrutar nuevamente de la máxima categoría durante solo un curso, un efímero viaje, su proyecto 2017/2018 es unidireccional: solo se contempla el ascenso.

Disponer de una delantera con David Rodríguez, Quique González y Xisco Jiménez es una buena muestra de hasta donde alcanza el poder real de este Osasuna del gallego Diego Martínez, quien ha llegado al banquillo este verano desde el Sevilla Atlético.

Pero ese trío de goleadores contrastados en Segunda es solo la punta del iceberg. Porque en el conjunto navarro no se aprecian debilidades notables en ninguna demarcación. Además, por si acaso no era suficiente con el plantel generado en el mercado veraniego, Ossuna ha añadido ahora a su colección estelar al centrocampista Borja Lasso (Sevilla) y al extremo Rober Ibáñez (Getafe).

La defensa es la línea que refleja más continuidad sobre la plantilla que pasó por Primera con mucha más pena que gloria. Oier Sanjurjo, Unai García, Miguel y Javi Flaño, Tano, Clerc y el canterano Buñuel repiten en la retaguardia. Para otorgarle más empaque, los navarros ficharon a Aridane (Cádiz) y Lillo (Sporting).

En el centro del campo y en la portería dos de los destacados en las filas navarras tienen pasado reciente en el Huesca. Se trata de Fran Mérida y Sergio Herrera, dos de los jugadores que pertenecen a la lista de peloteros cuyo paso por el equipo azulgrana ha resultado un trampolín para sus carreras. Para el mediocampista Mérida fue su segundo impulso a una carrera en la élite que arrancó fuerte en edad muy temprana y que terminó apagándose después de varias temporadas infructuosas. Hasta que el club oscense le recuperó para la causa en Segunda B, en diciembre de 2014. La historia de Mérida y el Huesca ya se conoce. Resultó un éxito. El Huesca volvió a Segunda y trajo de vuelta consigo al mejor Mérida, traspasado a Osasuna en julio de 2016, donde convive en el puesto con nombres de la talla de Roberto Torres, Lucas Torró, De las Cuevas, Arzura o Sebas Coris.

Por su parte, el guardameta Sergio Herrera solo portó el escudo oscense durante una temporada, la pasada. Llegó sin hacer ruido desde el Amorebieta y aprovechó la grave lesión de Javi Jiménez para convertirse en el fiero guardián del arco oscense. Por 300.000 euros y el 40% de un hipotético traspaso futuro, el de Miranda de Ebro recorrió este verano los 160 kilómetros que hay entre Huesca y Pamplona.

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