Aplausos y ánimos acompañaron al entrenamiento celebrado por la SD Huesca este miércoles en el IES Pirámide. Varios centenares de niños acudieron a la llamada del club en la sesión de puertas abiertas para ver de primera mano una jornada de trabajo de su equipo, aunque los pequeños no pudieron disfrutar al completo de la plantilla azulgrana. Ni Cucho Hernández ni Gonzalo Melero estuvieron en la sesión de algo más de hora y media, por un proceso febril. Tampoco Álvaro Vadillo ni Carlos David por sus lesiones. Como contrapunto, regresó Jair, que sigue un plan de menos intensidad para evitar sobrecargas y había permanecido en el gimnasio en la jornada anterior.

En el caso de Gonzalo Melero se trataba de su segunda ausencia, ya que también fue baja en el entrenamiento del martes, celebrado por la tarde en el IES Pirámide. No obstante, su sanción por acumulación de tarjetas amarillas le convertían en descarte seguro para el partido de este domingo, tras ver la quinta cartulina en el último encuentro del año contra el Nástic de Tarragona. Se presume que Cucho sí que podrá estar frente al Oviedo ya recuperado, y que su ausencia era más preventiva de cara a evitar un posible contagio a sus compañeros.

El que sí que está totalmente descartado para entrar en la próxima convocatoria es Carlos David, que tampoco se entrenaba ese miércoles después de la lesión que sufrió en el último entrenamiento del año. Las pruebas a las que se le sometía a lo largo de la jornada mostraban “una microrrotura en la unión miotendinosa del gemelo interno de la pierna izquierda”, para la que se determina un plazo de recuperación aproximado de dos semanas, “siempre en función de la evolución del jugador”; dice el parte médico emitido por el Huesca.

Tampoco estuvo en el entrenamiento de este jueves Álvaro Vadillo, que se quedó en el gimnasio de El Alcoraz recuperándose de las molestias musculares que ya le dejaron fuera de la convocatoria contra el Nástic y que le han impedido ejercitarse junto al grupo tras la vuelta de vacaciones.