El Huesca empata a domicilio para seguir líder

Un punto en el casillero que garantiza una semana más de liderato es el botín que sacaba la SD Huesca este sábado de su visita al Alcorcón. Al margen de ello, poca claridad y escaso brillo. Pues como ya se vislumbraba en la previa del encuentro, los madrileños obligaron al conjunto azulgrana a ponerse el mono de trabajo para encontrar algo de valor en Santo Domingo.

Solo el tramo final del encuentro, con los locales más desfondados y los hombres más diferenciales del Huesca sobre el césped, dieron algo más de fluidez al juego oscense, aunque sin traducirse en ocasiones claras. Así, el empate se toma como positivo dentro de las aspiraciones del líder, que se mantiene en su posición privilegiada a expensas de recibir la próxima semana al Lugo, su actual acompañante en los puestos de ascenso directo.

Al margen de poner en peligro su presencia en el trono de la categoría, se vivía como toda una prueba de fuego para el Huesca el partido de Santo Domingo, ya que lo acometía con bajas importantes, que obligaban a Rubi a revolucionar sus esquemas defensivos, y con ello, examinar la capacidad de reacción del conjunto y los recursos que atesora en su banquillo.

La quinta amarilla que vio Brezancic ante el Córdoba lo obligaban a quedarse en Huesca, y las alternativas para el técnico se reducían a la mínima expresión con las lesiones a lo largo de la semana de Akapo y Alexander. Optaba así el entrenador por reconvertir a Luso en lateral derecho y darle la banda izquierda al joven Rulo, como único jugador específico en esa zona.

Como buena noticia frente a esa defensa en cuadro, el Huesca recuperaba a su máximo goleador, Cucho Hernández, que reducía a la mitad los plazos de recuperación de su esguince de tobillo y reaparecía dos semanas antes de lo previsto. No obstante, su entrenador prefería dejarlo en el banquillo y utilizarlo como revulsivo en la segunda parte, cuando el conjunto atravesó minutos de manifiesto atasco, cumpliendo con su cometido. Cogió algo de aire el Huesca con su salida, quizás más por la capacidad intimidatoria que le otorgan las decisivas actuaciones que firmó justo antes de su lesión.

Pedía Rubi en la previa un partido más completo que los que había protagonizado recientemente su equipo a domicilio, pero lograrlo en Santo Domingo era como buscar la excelencia. Los madrileños sobrepoblaron la divisoria del campo y adelantaron la presión, con el fin de evitar que el Huesca llevara a cabo su habitual salida de balón, con la aproximación de sus centrocampistas a los dominios de los centrales. Y la fórmula les funcionó a los de Julio Velázquez, que lograron poner en serios aprietos la capacidad creativa oscense, que encallaba entre la muralla de hombres que le había planteado su rival a la hora de atacar por el centro, hacia donde tendían las conducciones de Gallar y el Chimy Ávila, que volvió actuar en esta ocasión como jugador más adelantado.

Con lo que no contaban los de Rubi era con que Pereira aprovecharía a la perfección un descuido de Jorge Pulido a la hora de tirar una línea defensiva excesivamente adelantada, casi sobre la línea de mediocampo. El delantero alfarero se fue con velocidad para plantarse ante Remiro, que aunque tapó a la perfección y sacó el primer remate, no pudo hacer nada por detener el rechace, que Álvaro Peña mandó dentro, cuando se alcanzaba el primer cuarto de hora de juego.

Al Huesca se le planteaba una nueva situación que exigía una rápida reacción para no sucumbir por completo al ritmo que le marcaba su rival, y aunque no se estaba mostrando excesivamente peligroso a la hora de aproximarse a los dominios de Casto, solo tardó diez minutos en volver a igualar la contienda.

Se estrenó entonces Chimy Ávila como goleador, poniendo la definición perfecta a un balón que recibió al ganarle la espalda a los centrales del Alcorcón, y que envió cruzado a la red. El propio argentino aseguraba en los días previos estar convencido de que en el momento que entrara el primer tanto, los demás llegarían seguidos. Pero no fue en esta ocasión, ya que el empate rebajó el ritmo del encuentro, con dos equipos buscando el dominio y mucho juego en la zona central a base de robos y pases errados.

Amenazó el Alcorcón con romper esa tónica en el inicio de la segunda parte, cuando el Huesca atravesó un pequeño bache, sumido en un juego más trabado del que suele abanderar su técnico y llevando al partido a un correcalles poco beneficioso para los intereses azulgranas. Con Remiro haciendo méritos, Rubi optó por buscar un revulsivo que otorgara algo de control en su banquillo, y sacó al césped al Cucho Hernández primero, en sustitución de Gallar, y más tarde a Vadillo, tomando el relevo del Chimy Ávila. Sin traducirse en ocasiones claras por parte de ninguno de los dos –las aproximaciones de Cucho fueron anuladas por fuera de juego-, el ataque oscense pareció refrescarse, apagando el incendio que amenazaba con declararse ante la mayor iniciativa del Alcorcón.

Así, las tablas parecieron convencer a ambos conjuntos, que aunque tiraron peligro a través de las contras, ni Remiro ni Casto tuvieron problemas en atajar y permitir un reparto de puntos que aunque la palabra ‘justo’ este casi prohibida en un deporte que muchas veces no entiende de méritos, sí dejaba satisfechos a los dos equipos.

Ficha del partido

Alcorcón: Casto, Laure, Soriano, Burgos, Fernández, Toribio (Borja Domínguez, 62), Peña, Sangalli (Dumitru, 76), Errasti (Álvaro Giménez, 46), Dorca y Pereira.

SD Huesca: Remiro, Luso, Jair, Pulido, Rulo, Aguilera, Sastre, Melero (Camacho, 83), Gallar (Cucho, 62), Ferreiro y Chimy Ávila (Vadillo, 76).

Goles: 1-0, min. 14: Álvaro Peña. 1-1, min. 26: Chimy Ávila.

Árbitro: Pérez Pallás (comité gallego). Mostró tarjeta amarilla a Rulo, Luso y Melero por la SD Huesca y a Álvaro Peña, Borja Domínguez, Errasti y Sangalli por el Alcorcón.

Incidencias: Partido correspondiente a la décimoctava jornada de la Liga 123, disputado en el campo de Santo Domingo de Alcorcón ante 2.806 espectadores.