Hace solo seis años, también en la decimocuarta jornada, la SD Huesca era colista de Segunda División. Una situación radicalmente inversa al merecido e inesperado liderato que desde este pasado fin de semana ostenta el equipo dirigido por Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’. Sirva esta introductoria comparativa para medir el alcance del histórico inicio de curso del conjunto altoaragonés. Al frente de la clasificación en solitario, invicto desde el curso pasado en El Alcoraz, segundo equipo menos goleado de la categoría con nueve goles... Poco a poco, comienzan a agotarse los calificativos para la que ya es, completado más del primer tercio de liga, la mejor Sociedad Deportiva Huesca de la historia. Una plantilla ambiciosa y equilibrada, que camina con paso firme hacia la élite del fútbol español. De momento, los jugadores de Rubi ya han pulverizado cualquier registro del pasado más reciente a estas alturas de curso, desde que los azulgranas alcanzaron la división de plata.

La primera y más significativa variación respecto a antaño se observa simplemente con echar un rápido vistazo a la clasificación. En lo más alto, sin aparente vértigo a las alturas, aparece una SD Huesca que ya ha demostrado ser, en estos momentos, el conjunto más en forma de Segunda División. El pasado sábado, con la última gran exhibición de Cucho Hernández, esta vez en Barcelona, el cuadro oscense sumó tres puntos que, gracias a los pinchazos de Granada y Lugo, permiten al Huesca escribir en letras de oro un nuevo logro en un libro que en las últimas semanas no deja de reflejar registros para la historia.

Unos anales que parecían haber tocado techo el curso pasado, cuando Juan Antonio Anquela encumbró a la plantilla altoaragonesa en un ‘play off’ que perdurará para siempre en la memoria de los aficionados. Una temporada, la 16/17, que en esta misma jornada ya tenía al Huesca entre los mejores, concretamente en una quinta posición que, con 21 puntos, igualaba los números del Girona, en ascenso directo. Para acudir a la tercera mejor clasificación histórica de los oscenses a estas alturas de campeonato hay que viajar en el tiempo hasta la 08/09, cuando el Huesca, recién ascendido a Segunda División, comenzó a poner unos cimientos que hoy en día le convierten en uno de los clubes más sólidos económica y deportivamente en España. Entonces era séptimo con 20 puntos, a cinco de un Real Zaragoza –tercero– que ese año terminaría consumando su regreso a Primera División (todavía no se había instaurado en España el sistema de ‘play off’ de ascenso).

Las otras cuatro campañas (09/10, 10/11, 12/13 y 15/16), al margen de la ya referida 11/12 con el Huesca en última posición, el conjunto altoaragonés deambulaba por la zona baja de la clasificación con cotas y aspiraciones infinitamente menores a las actuales. Sellar la permanencia en Segunda era, entonces, el eje central de cualquier proyecto azulgrana. Un logro que, unas veces con mayor holgura que otras, siempre terminó alcanzando hasta la temporada 12/13, cuando consumó su descenso a Segunda B.

Números para tener en cuenta

Su solidez y fiabilidad son solo dos de las muchas claves que han llevado a la SD Huesca a disfrutar del momento más dulce de su trayectoria. El Numancia, en la jornada inaugural, y la Cultural Leonesa, con varias jugadas polémicas, han sido los dos únicos rivales capaces de superar al cuadro altoaragonés en estas primeras 14 jornadas. Desde la derrota en León, hace ya casi dos meses, el equipo de Rubi encadena nueve partidos consecutivos puntuando. Dos derrotas que, en cifras, representan el 50% de las que ya había sufrido el Huesca de la 15/16 y de la 08/09, cuando acumulaba cuatro.

Pero, si hay otros dos datos que llaman poderosamente la atención, son el número de triunfos y los goles encajados. Con siete en 14 jornadas, el conjunto azulgrana ha vencido en la mitad de las jornadas que ha disputado este curso (el pasado firmaba una menos). Y, además, con solo nueve goles recibidos, el cuadro de Rubi ostenta su mejor registro de tantos encajados (en la 11/12, como colista, ya había recogido 26 balones de su red). Estos son, entre otros, algunos de los guarismos de un Huesca que no cesa de romper barreras del pasado.