Nueve puntos y 3.000 kilómetros

Los oscenses afrontan dos de los desplazamientos más largos del curso en seis días. También recibirán al Reus.

Entrenamiento de la SD Huesca en la ECA.
Entrenamiento de la SD Huesca en la ECA.
Rafael Gobantes

"A partir de la jornada diez miraremos a la clasificación", dijo Rubi tras el partido contra el Rayo Vallecano, ya que el técnico del Huesca es consciente que los próximos tres partidos van a ser toda una prueba de nivel para sus jugadores, ya que como él mismo dijo, pueden mover mucho las cosas en la tabla. En solo seis días, el Huesca deberá enfrentarse a dos de los desplazamientos más duros de todo el curso en lo que se refiere a distancia y formas de desplazamiento. Sin olvidar tampoco la entidad de los rivales a los que se medirán, ya que visitarán a Almería y Gijón, además de recibir al Reus en su estadio.

Nueve puntos en juego y unos 3.000 kilómetros para recorrer en autobús, representan la particular cuesta de enero oscense, que se traslada en este caso a octubre. Comenzará este sábado, día 7, en el estadio Juegos del Mediterráneo, donde a partir de las 18.00 se medirán al Almería con el objetivo de seguir con la buena racha que atraviesa el conjunto y lograr su primer triunfo lejos de su estadio. Tras volver a la capital oscense después del encuentro, tocará entrenar casi sin descanso, ya que solo tres días más tarde, el martes 10 de octubre, los oscenses volverán a vestirse de corto para jugar contra el Reus en El Alcoraz, a partir de las 20.00.

El último puerto de esta vuelta a España de los de Rubi les llevará ese mismo viernes hasta Gijón, para intentar vencer al Sporting a partir de las 21.00. Lo que obligará a la expedición azulgrana a partir hacia Asturias ya ese mismo jueves, con apenas un día dedicado a preparar el partido en Huesca.

Estos tres encuentros serán, por tanto, un claro test para la forma de la plantilla, además de para comprobar si el equipo es capaz de mantener su identidad sin apenas margen para preparar de manera concreta cada partido.

El inevitable desgaste que acarrea un calendario así, podría llevar a Rubi a tirar del fondo de armario con el que cuenta su corta plantilla, buscando las rotaciones y dando entrada a aquellos hombres que han tenido una menor participación en las últimas jornadas disputadas. "Yo creo mucho en el jugador fresco", anunciaba el técnico en una de sus últimas comparecencias, al interrogarle sobre si en las próximas semanas habrá cambios en su pizarra. En base a esas palabras, es presumible que algunos de los futbolistas que han saltado en los minutos finales puedan optar a la titularidad según avance la semana ‘horribilis’ del Huesca. "Iremos partido a partido, en función de cómo estén de cansados los jugadores", añadía Rubi.

Pendientes de Brezancic

En esa lista de recambios para garantizar la intensidad del equipo aparecen nombres como Luso Delgado, Álex Gallar, Chimy Ávila o Alexander, que podría ser ya titular este mismo sábado de confirmarse la lesión de Brezancic, para la que el técnico oscense no era muy optimista en la rueda de prensa posterior al encuentro.

No obstante, el parte médico emitido por el Huesca en la mañana de ayer remite antes de dar un diagnóstico a las pruebas médicas que se le realizarán en un plazo de entre 24 y 72 horas. Será entonces cuando se determine si las molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda que le llevaron a pedir el cambio el sábado implican una rotura, y poder así fijar un plazo de recuperación para el lateral serbio.

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