No ha debutado todavía en Segunda División, pero no le ha hecho falta para poder demostrar que, independientemente de la categoría en la que juegue y el rival que tenga delante, el césped es su medio natural. Álex Gallar llegó a Huesca como uno de los jugadores más destacados dentro de la Segunda División B el pasado curso, y va camino de mantener el calificativo dentro de la pretemporada del conjunto oscense. Los cinco goles que ha conseguido lo avalan, y a falta de dos encuentros amistosos todavía por disputarse, atesora la condición de pichichi azulgrana en estas semanas de preparación, anotando en tres de los cuatro partidos disputados.

En su presentación como fichaje del Huesca –el de mayor cuantía dentro de la historia del club–, dijo sentirse cómodo en todas las posiciones de la segunda línea de ataque, tanto jugando en la mediapunta a modo de enganche, como en banda. Ha sido allí, alternándose tanto en el flanco derecho como en el izquierdo, donde más lo ha utilizado Rubi durante la pretemporada, formando junto a Vadillo en la banda contraria una peligrosa dupla a la hora de encarara la meta contraria. Uno de los propósitos que marcó en sus primeras palabras en la sala de prensa de El Alcoraz era el de intentar que se notara lo mínimo la ausencia de Samu Sáiz, y manteniendo el mismo ritmo anotador una vez comience la competición, podría ver cumplido ese cometido.

No obstante, tiene en su propia trayectoria el espejo en el que inspirarse, pues el pasado curso logró anotar con la Cultural Leonesa 20 tantos, que lo colocaron en un escaparate al que se asomaron muchos equipos de la Segunda.

El balón parado es otra de las grandes bazas del futbolista catalán, como ya demostró contra el Monzón, en el segundo partido de la pretemporada, celebrado en Benasque. Del ‘hat-trick’ que firmó, dos de los tantos fueron de falta, y a punto estuvo de conseguir un tercero en el amistoso frente al Osasuna del pasado sábado, pero el guardameta navarro le adivinó el disparo.

En ese mismo encuentro fue el autor del único tanto logrado por el Huesca, que pese a adelantarse por medio del extremo, acabó cayendo en el desenlace del partido. No fue suficiente, por tanto, el gol que logró Gallar, al controlar en carrera un pase en largo a la espalda, para colocarse el disparo a bocajarro. Demostró así que puede sentirse cómodo también en el área con el balón en los pies. Puso más argumentos para ello en el partido del día siguiente contra el Tudelano, donde aprovechó un error defensivo para firmar el tercero.

Rubi parece haberle otorgado la confianza, y fue junto a Akapo el único jugador que estuvo de inicio en los dos partidos amistosos disputados el fin de semana.

Camacho, el otro referente

Junto a la juventud de Gallar, la veteranía de Juanjo Camacho también ha marcado el ritmo goleador del conjunto en esta pretemporada, especialmente en los encuentros disputados durante la estancia en Benasque, en el que el capitán logró tres tantos –dos frente al Monzón y uno contra el Fraga–.

Entonces, el equipo todavía no había incorporado a sus delanteros, Ezequiel Rescaldani y Ezequiel Ávila, que debutaron este fin se semana frente al Osasuna. En el caso de Rescaldani, se estrenó también como goleador, ya que marcó los dos primeros tantos frente al Tudelano.