La victoria se escapa tras el descanso
El Huesca firmó una buena primera parte en su amistoso contra el Osasuna. El gol de Gallar no fue suficiente y los navarros remontaron tras la reanudación.
Si los dos primeros amistosos de la pretemporada del Huesca -frente a Monzón y Fraga- se presentaban casi como entrenamientos de exigencia, el que ayer se vivió en el campo del Almudévar se iba al extremo opuesto, y tenía incluso aires de mayor entidad que los de un simple encuentro de preparación. Los de Rubi presentaban por primera vez su plantilla ya cerrada con su público en la grada, y delante, un Osasuna recién descendido, que es el único rival de la misma categoría al que el Huesca se enfrentará en estas semanas previas al inicio de la competición.
Con apenas tres semanas de rodaje y como suele marcar el guión de este tipo de partidos, el equipo oscense fue de más a menos, peleón y con criterio en la primera parte, pero falto de fuerzas e ideas tras la reanudación. Esto le acabo dejando a merced del acierto del rival ante sus errores puntuales, que engordaron un marcador poco fiel a la escasez de ocasiones claras en ambas áreas y a la mucha tensión que se respiraba pese a no haber nada en juego.
No obstante, había apostado Rubi por un primer once en el que no escatimaba en hombres de los llamados a ser importantes este curso, ante la entidad del rival y el hecho de que el partido pudiera servir ya de referencia sobre las hechuras de su plantilla. Sergio Sánchez en la punta de ataque representaba la única presencia del filial en el conjunto inicial. Aunque el técnico del Huesca dejó en la grada por precaución a algunos de los jugadores que arrastraban más carga en los últimos días, como Íñigo López, David Ferreiro, Brezancic o Camacho, acompañados del lesionado Nagore.
El Osasuna se plantó algo más inspirado en el césped de La Corona, sacando peligro de las primeras imprecisiones oscenses en defensa, de despejes rifados y pases a la nada. Pero el transcurrir de los minutos ajustó las piezas azulgranas y quemó gasolina por parte de los navarros. Así, cuando se iba a cumplir el primer cuarto de hora de juego, un gran control en carrera de Gallar casi en el área pequeña, le permitió enviarla dentro.
El Huesca creció a raíz del gol, apoyándose en la mejor versión de Vadillo, que dejó destellos en cada aproximación por banda. También Gallar creó peligro y puso su candidatura a hacerse dueño y señor del balón parado este curso. Debutaba como azulgrana Chimy Ávila, en funciones de mediapunta, y pese a llevar muy pocos entrenamientos con el conjunto, tiró de físico para acudir a todas las ayudas.
La reanudación igualó las fuerzas y las ocasiones, aunque el juego elaborado se fue agotando según lo hacía la gasolina de los jugadores. Por ello, probó Mérida un disparo lejano que encontró el hueco para empatar la contienda en el minuto 54. A partir de allí, el Osasuna revolucionó su banquillo, con siete cambios simultáneos. En menor medida, Rubi también movió su ofensiva. Tuvo mejores resultados para los navarros, pues el recién salido De la Cueva puso el 1-2 en el 70, y Olavide remató la faena en el último minuto de tiempo reglamentario, condenando al Huesca a su primera derrota de este curso.
