Benasque, un entorno natural con beneficios

El equilibrio en la temperatura mejora las condiciones de entrenamiento y garantiza el descanso nocturno de los futbolistas. El río Ésera, otro escenario más de la concentración.

Los jugadores de la SD Huesca en el río Ésera
Los jugadores de la SD Huesca en el río Ésera
Rafael Gobantes

Benasque se convierte en el cuartel general de la Sociedad Deportiva Huesca cada período estival. En la villa ribagorzana encuentra el espacio perfecto el equipo azulgrana para desarrollar la ya tradicional concentración, gracias a que las condiciones de este entorno natural del Pirineo redundan en beneficios para los futbolistas.

No proceden directamente de los 1.138 metros sobre los que se asienta Benasque, ya que estos efectos solo serían reseñables para preparar un torneo de corta duración. Pero esa altitud viene acompañada de una climatología que se aleja del calor extremo que suele dominar en la capital oscense y sus alrededores cuando el calendario señala el centro del verano. Ese sí que es un beneficio significativo para los futbolistas. “Benasque es un lugar geográfico estratégico e idílico. En plena pretemporada, época de calor en el que hay que hacer un trabajo muy exigente, esto nos garantiza el equilibrio en la temperatura y sobre todo, algo importantísimo en la recuperación de cualquier deportista, garantiza el descanso nocturno”, explica el jefe de los servicios médicos del Huesca, Juan Carlos Galindo.

Existen más factores positivos hacia la plantilla por establecerse entre el 23 de julio y el 2 de agosto en pleno corazón pirenaico. “Aprovechamos todo lo que la naturaleza nos da en este entorno, como por ejemplo las aguas del río Ésera”, indica el responsable médico azulgrana, quien ha denominado “crioterapia natural” a los baños fríos tras los entrenamientos que “diariamente” realizan los jugadores. “Actúa a nivel bascular y en la recuperación muscular. Como apenas da tiempo con tantas sesiones lo único que procuramos es que esa recuperación muscular sea lo más rápida posible, aunque está claro que es imposible que sea total”, refleja Galindo sobre los beneficios de ponerse a remojo a baja temperatura después de una intensa práctica deportiva.

Estos días aparecen las sobrecargas y las agujetas entre los futbolistas, lo que produce trabajo extra “sobre todo para los fisios”, que conforman un equipo en el vestuario que en Benasque se marca el objetivo de “cuidar todos los detalles, como llevar directamente al campo la fruta fresca que ingieren justo después de los entrenamientos”.

También existe el factor emocional, la convivencia entre todos los miembros del vestuario, con muchas caras nuevas en el cuerpo técnico y ocho fichajes en la plantilla. “Lo físico no cabe duda que es muy importante para la temporada, pero gracias a una concentración así el grupo se compacta más”, explica Galindo, que afirma que “Benasque nos trae buenas vibraciones, siempre salimos contentos y la gente nos recibe entusiasmada”.

“El factor grupo o factor equipo se consigue con la convivencia”, señala el jefe de los servicios médicos del Huesca, quien recuerda que tener un vestuario sano fue “uno de los grandes éxitos” de la temporada pasada, en la que los azulgranas disputaron el ‘play off’ de ascenso a Primera. “Las diferencias entre los equipos son muy pequeñas y donde no llegan las piernas llega el corazón o la ilusión de un vestuario”, puntualiza.

Tanto Galindo como el resto de integrantes del área medica han arrancado la nueva campaña 2017/2018 deseando que esta sea benevolente en lo que a las lesiones se refiere. “La lesión es inherente al deporte profesional y nuestro mayor gozo es que no exista. Por eso cada día nos esforzamos en trabajos preventivos y en individualizar los tratamientos”, finaliza Juan Carlos Galindo, que siempre está a pie de campo, junto a su equipo, durante la concentración de Benasque.

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