La pretemporada es siempre un período exigente para los futbolistas, puesto que quienes les dirigen pretenden trabajar al milímetro cualquier factor de las diferentes áreas del juego. Todo debe encajar como en un puzzle ya completado cuando la liga dé comienzo. Así que los entrenadores, cada uno con su modelo establecido, se empeñan en esta época naciente del curso en aplicar sus consignas para que las situaciones controlables durante un partido queden grabadas en la mente de sus jugadores. Eso en lo táctico. Porque otro elemento indispensable del verano es la preparación física.

Los calambres y las agujetas acompañan en las primeras sesiones en un siempre intenso programa destinado a la puesta a punto del grupo. En ese proceso se encuentra inmersa la Sociedad Deportiva Huesca, que se está exprimiendo a fondo estos días en la concentración que está llevando a cabo en Benasque. Allí, Rubi y su equipo técnico están moldeando la plantilla azulgrana, que apenas ha contado con margen para el descanso desde que este lunes diera inicio el trabajo de campo en la villa pirenaica.

El despertador suena temprano para los jugadores del Huesca. Hay que desayunar y espera pronto el gimnasio, por grupos, como primera de las actividades previstas en cada jornada de concentración en Benasque. A continuación, a las 9.30, una buena dosis en sesión matinal para que a las 18.30 se repita el camino hacia al césped desde el hotel en el segundo entrenamiento. Este sería el día estándar para entrenadores, futbolistas y asistentes, con baños en el río para entonar los músculos, paseos o sesiones de video también intercalados entre el resto de tareas organizadas.

Este jueves ha dado inicio con un circuito físico que ha puesto a prueba a la plantilla altoaragonesa por espacio de unos sesenta minutos. Después han sido los ejercicios tácticos los protagonistas, tomando Rubi el mando para afinar conceptos de ataque y de defensa. Sus paradas para charlar sobre cuestiones técnicas han sido este jueves continuas, hecho cotidiano en los entrenamientos del preparador barcelonés, que va a volver en la tarde al campo junto a sus ayudantes para añadirles más kilómetros e indicaciones a los jugadores. Para este viernes el programa de trabajo será el mismo.

Hasta el momento, Rubi se está mostrando como un técnico muy metódico al que le gusta controlar cada detalle. Apenas ha habido alguna pequeña pachanga para comprobar más aspectos tácticos, pero en los ejercicios está ensayando con sistema 4-2-3-1. De los nuevos fichajes, pocas pistas de su fútbol han podido ofrecer. Tendrán la posibilidad de hacerlo este sábado a las 18.00, que es cuando el Huesca disputará su primer amistoso de la pretemporada. Será en Benasque, a donde acudirá el Fraga, de vuelta a Tercera División. Otro que ha ascendido desde Preferente, el Monzón, será el rival del Huesca el domingo. El segundo encuentro preparatorio se disputará en el mismo horario y también en Benasque, a donde sigue sin llegar el lateral izquierdo Rajko Brezancic, quien ha tenido problemas con la tramitación de documentos en su país, Serbia.

El Huesca pondrá el punto final a la concentración en la localidad ribagorzana el próximo miércoles 2 de agosto, día en el que está programado solo el entrenamiento matinal -después viaje de vuelta-. Este lunes llegará la jornada más distinta, con una actividad no relacionada con el fútbol -rafting- para seguir