Se avecina un duelo en la cumbre en el estadio de El Alcoraz (20.30). Resuenan ya los tambores en la capital oscense y no es solo por la Semana Santa. A los ritmos habituales en estos días se le suman los sonidos previos a una gran batalla en la que la Sociedad Deportiva Huesca persigue el acceso al ‘play off’ de ascenso frente a un Cádiz que defiende su posición de privilegio. El cuadro local, desatado en la última fase de la competición liguera en Segunda División, recibe la visita de un recién ascendido que está dibujando una reluciente trayectoria aunque ahora acumule tres jornadas sin saborear las mieles del triunfo. Habrá por tanto en el coliseo azulgrana fuego cruzado entre aspirantes. Altoaragoneses y andaluces, separados por solo dos puntos (50 por 52), desean reforzar sus candidaturas con una victoria de prestigio ya dentro de la recta final, con la cuenta atrás en marcha hacia el cierre de la fase regular.

El Huesca logró encadenar ante el Reus el pasado domingo su novena jornada consecutiva sumando, llegando con el 0-1 definitivo a los famosos 50 puntos de la permanencia. De esta forma, el vestuario ha cumplido ya con el principal objetivo de la temporada, para que ahora se abra "una nueva etapa", afirmó el técnico Juan Antonio Anquela sobre ese presente de éxito que ha situado a los azulgranas en la pelea por la promoción de ascenso a Primera.

Pese a semejante perspectiva, que ha convertido la Semana Santa en un período de pasión azulgrana, el vestuario no pierde el norte y ha optado por establecer una hoja de ruta en la que la única obsesión que cabe es la de la próxima contienda. "Estamos muy tranquilos", reconoció Anquela, quien recordó que tanto las matemáticas como las bolas de cristal deben quedar fuera del análisis diario. "Las cuentas cuando hay que hacerlas es al final", sugirió el entrenador andaluz. "Ahora nos jugamos tres puntos muy importantes para los dos equipos. Tendremos que hacer las cosas muy bien para sacarlo adelante", reseñó acerca de lo que le espera este sábado a su equipo.

Ortuño, el gran peligro cadista

El gran peligro cadista reside en la capacidad anotadora de su delantero de referencia, Alfredo Ortuño, que ha puesto 16 muescas a su revólver en lo que va de curso.

Pero el Cádiz es mucho más que Ortuño. Con futbolistas desequilibrantes en banda, una línea medular poderosa y una defensa sobria, el equipo que dirige Álvaro Cervera cuenta con suficientes argumentos para dar un disgusto a cualquier oponente. "Los que están arriba es porque se lo han ganado. El Cádiz es un equipo dificilísimo, que sabe lo que quiere y sabe cuáles son sus armas y cómo usarlas. Es un bloque muy sólido que arriba tiene dinamita", relató Anquela sobre su rival. La duda del extremo Álvaro García tiene en vilo a los cadistas, quienes no pueden contar con el central Aridane por sanción.

El Huesca se aferra a su extraordinaria racha para seguir aportando realismo a sus sueños de grandeza. Los azulgranas no han obtenido seis victorias y tres empates en las nueve jornadas imbatido. Además, como visitantes no ceden desde hace justo una vuelta, cuando perdieron 1-0 en el Carranza ante las huestes amarillas. Son datos muy potentes.

Anquela moverá la alineación respecto a los once que formaron en Reus. Akapo y Carlos David regresarán a la zaga, mientras que Alexander o Vadillo podrían suplir a David López en banda.