Real Zaragoza

Jornada de estrategia

Manolo Jiménez dedicó la sesión del martes a preparar las jugadas a balón parado, tanto en defensa como en ataque.

Hélder Postiga
R. ZARAGOZA 0-0 ALCORCÓN
A PHOTO AGENCY/TONI GALAN

El balón parado es la gran obsesión de Manolo Jiménez. A través de él, el Real Zaragoza ha encajado gran parte de los goles recibidos. De él, sin embargo, no se ha sabido servir para generar peligro en la portería contraria. Otorgar seguridad en este punto fue uno de los grandes debes de Javier Aguirre durante su segunda temporada en la capital aragonesa. Un mal que el sevillano quiere encauzar con la máxima celeridad posible.


Por ello, el de Arahal no dudó en dedicar casi la totalidad del tiempo de entrenamiento de este martes en trabajar la estrategia. Primero con los defensas y, posteriormente, con el resto del equipo. Para ello, primero armó la que ha sido su defensa titular hasta ahora. Lanzaro, Da Silva, Paredes, Obradovic y Dujmovic como conexión con el centro del campo. Defensa de balones colgados desde ambos lados, que posteriormente ejercitó la zaga suplente. Kevin, como lateral derecho, Pintér, Sergio, Abraham y Mateos, siempre como mediocentro, se perfilaron como los reservas.


Con 23 jugadores a su disposición, Joel Valencia se quedó al margen, el entrenador zaragocista realizó dos equipos. Por un lado, su once tipo. Ese que salió en el Bernabéu con el único cambio de Postiga por el lesionado Aranda, que no se ejercitó. Por el otro, uno de circunstancias: Leo Franco, Kevin, Sergio, Pintér, Abraham, Mateos, Zuculini, Barrera, Juan Carlos, Edu Oriol y Ortí. Un teórico partidillo que derivó en el ensayo de todo tipo de estrategia. Jugadas pensadas para sorprender al rival que, sin embargo, en su gran mayoría, no salieron como especialmente bien.


Para acabar, Manolo Jiménez mantuvo una charla con los pesos pesados del vestuario. Lafita, Paredes, Roberto, Leo Franco y Luis García fueron los llamados por el técnico, quedándose el delantero asturiano en solitario al término.