Era Jiménez, tercer partido. Tras una derrota y un empate, el Real Zaragoza está obligado a continuar la escalada de resultados logrando un triunfo que finalice la terrible racha de dos puntos en once partidos en la que se encuentra inmerso. El inicio de una escalda que reduzca la distancia que existente entre los aragoneses y los equipos que marcan la salvación, cifrada en ocho puntos en la actualidad.

Para lograrlo, el entrenador zaragocista contará con los tres fichajes que la entidad blanquilla ha firmado en el mercado invernal. Aranda, Dujmovic y Apoño han sido convocados en una lista con 19 jugadores, de la que deberá caerse un futbolista todavía por determinar. Y es que, tras la lesión de Antonio Tomás en el calentamiento del partido frente al Getafe, en el que estaba incluido entre los titulares, el de Arahal no se fía y prefiere viajar con todo lo disponible, por si acaso.

Como suele ser habitual, el míster blanquillo no quiso dar ninguna pista sobre el que podrá ser su once inicial. Su principal duda, confiar en los recién llegados o, por el contrario, introducirlos progresivamente en la dinámica del equipo. Por un lado, el míster sevillano desea inyectar sabia nueva en la atrofiada confianza de sus pupilos. Jugadores que no carguen con el pecado original de haber protagonizado los terribles resultados que han llevado al cuadro del león rampante hasta la última plaza de la clasificación. En el otro lado de la balanza se encuentra el sentido común, ese que dicta que todos los fichajes son futbolistas carentes de ritmo competitivo. Un lastre que ya debe soportar con algunos que acaban de salir de una lesión.

De todos los nuevos, la llegada más ilusionante es, sin duda, la de Apoño. El ex del Málaga es un jugador altamente contrastado, que ha decidido venir a Zaragoza en vez de asumir otros retos importantes. Por ello, su alineación es casi segura. En su idea de fútbol, Jiménez ha desterrado el uso de las bandas y quiere encauzar el juego potenciando el centro del campo. Escenario en el que entra el de La Palmilla. Dujmovic, con otro perfil, más defensivo, también deberá jugará un papel importante en la solidificación del bloque. A su favor está el llevar toda la semana entrenando con el grupo. En su contra, su mayor edad y el venir de un parón más largo y acusado.

Lo que no parece negociable es el esquema a emplear. Tras las buenas sensaciones vertidas en el último compromiso liguero, todo parece apuntar que el entrenador zaragocista dará continuidad al rombo en el centro del campo. Un dibujo que acompañará con dos hombres más avanzados, buscando marcar y vencer. Esta opción supone arriesgar el todo por el todo, una apuesta por la pelota y el ataque. Por dominar al Levante en su propio campo.

Rival mermado

En frente, la sensación de la temporada. Tras un inicio arrebatador, los valencianos han logrado administrar la ventaja lograda en las primeras fechas y consiguen resistir en la cuarta plaza de la clasificación. Muy, muy lejos de sus expectativas al inicio de temporada.

Sin embargo, su trayectoria más reciente dista bastante de la de un equipo 'Champions'. Así, en los últimos cinco choques ha conseguido cuatro puntos. Además, los levantinistas llegan al partido frente al Real Zaragoza inmersos en medio de una eliminatoria de Copa del Rey frente a sus máximos rivales, el Valencia. En la ida, los granotas tuvieron que vivir la decepción de ser goleados por 4-1 a manos de sus paisanos. Un golpe moral que, a buen seguro, querrán repetir en la vuelta.

El apartado de bajas resulta demoledor para los locales. Hasta siete jugadores azulgranas no podrán estar en el Ciudad de Valencia hoy. Juanfran y Ballesteros, por sanción, y Barkero, Keylor Navas, Pedro López, Juanlu y Valdo, por lesión, no podrán estar a las órdenes de Juan Ignacio Martínez.

Posibles alineaciones

Levante UD: Munúa, Venta, Cabral, Nano, Del Horno, Xavi Torres, Farinós, El Zhar, Roger, Rubén y Koné

Real Zaragoza: Roberto, Lanzaro, Da Silva, Paredes, Obradovic, Pintér o Dujmovic, Apoño, Micael, Luis García, Lafita y Postiga.