El año 2014 del Real Zaragoza, en 14 imágenes

Resumen de un año difícil de olvidar para los zaragocistas con los momentos más destacados.

Miles de personas se manifestaron en julio para pedir una solución para el Real Zaragoza
El año 2014 del Real Zaragoza, en 14 imágenes
Heraldo

El año 2014 comenzó con Paco Herrera en el banquillo y termina con Popovic como entrenador. Por el camino de estos 12 meses se ha quedado Víctor Muñoz, pero también Agapito Iglesias, García Pitarch, Luis Gamón y compañía, Kadir Sheikh y buena parte de los jugadores que finalizaron la temporada pasada. Así ha sido el 2014 para el Real Zaragoza.

1- Ilusión en el comienzo de 2014




Paco Herrera comenzaba el año con la ilusión de lograr el ascenso con el Real Zaragoza, como ya lo había hecho antes con el Celta, y el optimismo se mantuvo vivo durante las primeras semanas de 2014, cuando los resultados acompañaron, pero se fue perdiendo por el camino.


2- Problemas extradeportivos




Algunos de los motivos por los que el Real Zaragoza bajó su rendimiento fueron los constantes problemas extradeportivos con los que se encontraron el entrenador y los jugadores, que afectaron tanto a sus relaciones como a los resultados. Uno de los más sonados fue la relación entre Movilla y García Pitarch, que acabó con el despido del jugador del Real Zaragoza, quien se tuvo que marchar junto a Paredes. El directivo estaba enfrentado con ambos después de que en diciembre les hubiera invitado a salir del club, pero ellos se negaron y denunciaron al club por impago de su nómina. El director general les acusó de actuar "como niños"y fueron apartados del equipo por Paco Herrera, quien decidió que no jugaran más hasta que se resolviera su situación. Poco tardó en solventarse la de Movilla, quien contestó a Pitarch a través de 'Twitter' -le llamó "cínico y mentiroso"- y fue expedientado, primero, y suspendido de empleo y sueldo durante un mes, más tarde. La situación se enredó tanto que acabó -sin solución- en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). Al final, ambos fueron despedidos.

3- Adiós a Paco Herrera




Paco Herrera no pudo con tanta distracción y su equipo acabó cayendo en una espiral de derrotismo que le llevó a encadenar hasta siete partidos sin conocer la victoria. Además de los resultados, también le condenó su insistencia en algunos jugadores cuyo rendimiento fue más que cuestionable, como Luis García, Barkero o Paglialunga. El entrenador catalán fue despedido tras perder 4-2 contra la Ponferradina.

4- Vuelve Víctor Muñoz




Tras la destitución de Paco Herrera llegó un entrenador de la casa, Víctor Muñoz, el último capaz de ganar un título con el Real Zaragoza. ''Dije que no vendría con Agapito, pero el Real Zaragoza está por encima'', aseguró Víctor Muñoz.

5- Adiós al ascenso




No estaba muy claro si el objetivo del Real Zaragoza tras la llegada de Víctor Muñoz era intentar alcanzar los puestos de promoción o tratar de despejar la amenaza del descenso a Segunda B, que llegó a convertirse en una posibilidad real. Con el primero ni se soñó, y el segundo se logró a varias jornadas para el final de la liga, aunque no supuso ninguna satisfacción para una afición que no se conformaba con menos que el regreso a Primera División. Tras una nueva decepción, lo peor estaba por llegar...

6- Venta al grupo aragonés




Agapito Iglesias, inmerso en numerosos problemas judiciales y en el ojo de huracán, ya había decidido vender el Real Zaragoza para afrontar su incierto futuro alejado de las miradas del zaragocismo. La venta se culminó a principios de junio con una extraña operación en la que el constructor soriano traspasó sus acciones a un grupo de aragoneses que pronto se fue desintegrando y perdiendo fuerza. Varios se bajaron del barco, y los que continuaron no pusieron el dinero que necesitaba el club ni fueron capaces de que nadie lo pusiera. 

7- Cambios en la directiva




Una de las primeras decisiones de los nuevos propietarios fue despedir a García Pitarch, Moisés García León y su equipo, quienes habían llegado un año antes al Real Zaragoza. Pitarch nunca logró convencer al zaragocismo, que vio con reticencia su gestión. Además, perdió la confianza del entonces dueño, Agapito Iglesias, al anunciar públicamente su intención de hacerse con las acciones del empresario soriano, propuesta que, posteriormente, retiró. También abandonaron el club el responsable de la cantera, José Ignacio Soler, quien más tarde regresaría al club, el director de Comunicación, Jordi Bruixola, y el todavía presidente, Fernando Molinos, quien ya llevaba muchos meses sin ejercer.

?8- Amenaza de desaparición




Aunque la salida de Agapito Iglesias generó cierta esperanza en el zaragocismo, el grupo de aragoneses de Mariano Casasnovas, Luis Gamón y compañía no resolvió ninguno de los problemas del Real Zaragoza. La cuenta atrás, con fecha final en agosto, amenazaba con el descenso administrativo y la posible desaparición del club si no saldaba sus deudas con Hacienda y sus jugadores. En más de una ocasión, el presidente de la LFP, Javier Tebas, aseguró que el Real Zaragoza desaparecería si nadie llegaba con el dinero, y la afición se lanzó a la calle en una manifestación histórica para pedir una solución a la compleja situación de la SAD.

Todos los vídeos de la manifestación.

?9- Kadir Sheikh y otras opciones




Cuando se demostró que los propietarios del Real Zaragoza no eran capaces de resolver la situación crítica que atravesaba el club, comenzó el baile de pretendientes. Un grupo de inversores mexicanos, Kadir Sheikh... fueron muchos los que intentaron comprar el paquete mayoritario de acciones de la SAD. El grupo azteca llegó a firmar un acuerdo de compra del club con Casasnovas, Gamón, Lasheras y su grupo, pero la imposibilidad de lograr un acuerdo con Hacienda rompió el acuerdo. Pero el mayor culebrón, sin duda, fue el protagonizado por el alemán de origen pakistaní Kadir Sheikh, quien se presentó en público en Zaragoza con una serie de avales para comprar el club, aunque los entonces propietarios -se reunieron en la sede de Ibercaja- aseguraron que no pudo demostrar su solvencia. La historia quedó en nada.

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10- Fundación Zaragoza 2032 y adiós a Agapito




Cuando la situación ya era desesperada y muchos ya daban por muerto al Real Zaragoza, apareció la Fundación Zaragoza 2032. El encargado de presentarla fue el conocido Petón, ideólogo de una iniciativa que se apoyó en la solvencia del presidente de Teléfonica, César Alierta, y otros empresarios aragoneses con reconocida trayectoria. Como candidato a presidente llegaba Christian Lapetra, hijo del mito del Real Zaragoza, y el proyecto enseguida ilusionó a la afición. El problema eran las condiciones, que dependían de la decisión de Agapito Iglesias. "Las acciones del Real Zaragoza deben volver a Agapito Iglesias y que éste las venda por un euro", aseguró Petón. Parecía complicado, pero así fue, y el 24 de julio se culminó un proceso que acabó con la Fundación Zaragoza 2032 como nueva propietaria del club tras ocho años bajo la sombra del soriano. Con pocos días de margen, los nuevos responsables solucionaron los problemas económicos más inmediatos a los que se enfrentaba el Real Zaragoza e hicieron posible que el equipo siguiera vivo y que comenzara la temporada en Segunda. 

11- Un nuevo equipo




Con la supervivencia garantizada a corto plazo, quedaba otro problema. Sí, el Real Zaragoza iba a comenzar la campaña en Segunda, pero llegaba agosto y todavía no había plantilla. Los nuevos propietarios estaban obligados a desprenderse de los jugadores con las fichas más altas -Álvaro, Montañés, Víctor Rodríguez- debido a las restricciones económicas impuestas por la LFP y por la propia realidad del club, y apenas contaba con un puñado de futbolistas sobre los que construir el nuevo equipo. El encargado de confeccionar la plantilla fue Ángel Martín González, hasta entonces director deportivo del Osasuna, y su trabajo y conocimiento del fútbol español no tardó en dar frutos. Llegó Pedro, el primer valiente, y el equipo fue tomando forma con Eldin, Dorca, Ruiz de Galarreta, Mario, Rubén, Willian José, Jaime, Borja Bastón... Parecía un equipo fiable, pero su rendimiento era imprevisible.

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12- Negociación con Hacienda




Uno de los problemas que ha heredado el Real Zaragoza, además de diversos frentes con la justicia, es una deuda con Hacienda que está complicando mucho la gestión del club. Los constantes incumplimientos de los pagos por parte de la anterior propiedad están dificultando la negociación de un convenio con la Agencia Tributaria que, como ha ocurrido con muchos clubes, facilite al Real Zaragoza el pago de las cantidades que debe. ?


"Si no se llega a un acuerdo con Hacienda, el Real Zaragoza desaparecerá", aseguró Antonio García, secretario del club, en la última Junta General de Accionistas. Además, denunció que el convenio pretendido por Hacienda para el club es "inviable", ya que supondría el pago de unos ocho millones de euros -además de los seis que ya se han pagado- en una temporada, cuando ahora mismo podría pagar dos millones de euros, que aumentarían a cuatro en Primera División.

?13- Popovic, un desconocido




El equipo, todavía sin muchos de sus jugadores importantes, comenzó la temporada con dudas, pero poco a poco fueron llegando la solidez y los buenos resultados. Con Víctor Muñoz al frente, el Real Zaragoza encadenó siete partidos sin perder y alcanzó los puestos de promoción, pero una victoria en casa ante el Tenerife frenó el buen ritmo de los aragoneses. Otros tres partidos sin ganar y unas declaraciones polémicas de Víctor Muñoz acabaron con su destitución y la llegada de Popovic, un completo desconocido en Zaragoza que hasta ahora había entrenado en Japón. La llegada del serbio fue una sorpresa para la afición, que decidió darle un tiempo para hacer cualquier juicio. En sus primeros cuatro partidos en el banquillo ha logrado dos victorias y dos empates.

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14- Otra Navidad en Segunda




Después de tres entrenadores en un solo año (Herrera, Víctor Muñoz y Popovic), un club a punto de desaparecer, el adiós de Agapito, la llegada de la Fundación, un equipo nuevo... el Real Zaragoza llega al final del año en Segunda, y en una situación parecida a la del año pasado, al borde de los puestos de promoción tras el empate ante el Mirandés. Sin embargo, la sensación es bien diferente, con una afición más unida tras la marcha de Agapito y un verano en el que se temió lo peor y reconciliada con el club tras el cambio de propiedad. Ahora, queda medio 2015 para lograr lo que no se pudo en 2014, el ascenso a Primera División.

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