Bono llama a la puerta

Ranko Popovic medita un cambio en la portería del Zaragoza para el partido contra la Ponferradina.

Jorge Ortí se dispone a rematar a la portería defendida por Bono.
Bono llama a la puerta
Guillermo Mestre

«Jugará uno de los tres seguro, así que hay un 33% de posibilidades para cada uno. Pero lo tengo decidido». Ranko Popovic jugó al gato y el ratón con la cuestión de la portería.


Sus respuestas acerca del tema se movieron entre la ironía y la evasiva, con un tono bromista y regateando el nombre del guardameta elegido para jugar contra la Ponferradina. Popovic se limitó de momento este viernes a decir que jugará o Bono, o Whalley o Alcolea.


En los entrenamientos, tampoco cabe encontrar una respuesta tan nítida como en otras parcelas del equipo, pero lo cierto es que Ranko Popovic ha meditado el cambio de portería en las últimas horas y que, salvo giro de los acontecimientos, renovará la posición: Bono se perfila como gran novedad del nuevo Real Zaragoza.


Ranko Popovic prefiere, de momento, no hacer pública su decisión. Whalley es un portero también de su gusto, pero en el revisionado de los últimos partidos ha detectado un declive en el nivel del portero zaragozano, gran apuesta de Víctor Muñoz desde el día que tomó contacto con el Zaragoza la pasada primavera.


Los ensayos apenas dejan conclusiones en este sentido y habrá que esperar a este domingo a si finalmente Popovic opta por el cambio de porteros, una decisión de calado en una demarcación de naturaleza extraordinaria. Pero, en las últimas horas, el técnico ha meditado este giro.


La cuestión de la portería es una de las que más fricciones provocaron en la relación entre Víctor Muñoz y el área deportiva del Real Zaragoza. La apuesta del entrenador siempre fue Whalley. Pidió un portero veterano y el club trató de traer a Toño.


El entonces portero del Elche conoció que, pese a su cartel y su ambición de minutos, no iba a contar con todas las garantías del entrenador.


Enterado, decidió marcharse al Rayo Vallecano. La siguiente apuesta del Zaragoza fue Bono, ya en el tramo final del mercado, ante la imposibilidad de traer a un portero más veterano.


El Atlético de Madrid cedió al marroquí con la intención de ganar participación en el fútbol profesional, gozara de continuidad y dispusiera de relevancia. Con esa idea, aceptó también Bono el préstamo para una temporada.


El marroquí ha encendido elogios dentro del club y del cuerpo técnico por su nivel en los entrenamientos. Incluso Víctor Muñoz estaba muy satisfecho con su trabajo y sus excepcionales condiciones.


Pero la apuesta por Whalley no se vio alterada, sobre todo, por el buen nivel presentado por el canterano en los primeros meses de competición. Sus últimos partidos, en cambio, han sido irregulares y, encima, ha desaparecido su gran valedor y hay un entrenador nuevo.


La sombra espigada de Bono se ha hecho muy alargada y su momento en la puerta del Real Zaragoza parece más cercano que nunca. Habrá que esperar no obstante a los últimos detalles del plan de Popovic.

«Tengo el equipo decidido, aunque aún quiero ver diversas opciones», dijo el entrenador del conjunto aragonés. Bono es ahora el favorito.