La promoción aún sigue a mano

El efecto visual negativo de la derrota del Real Zaragoza en Soria no es demasiado contundente para los zaragocistas al observar cómo queda la clasificación tras la disputa de la 14ª jornada, en la que el cuadro aragonés sigue en la 8ª posición. Para que esto pueda ser así mucho han tenido que ver las derrotas de los dos predecesores, el Betis y el Recreativo de Huelva, y también el empate de la Ponferradina, el siguiente antecesor en la tabla.

Los béticos cayeron inesperadamente en su campo por 1-2 ante el Alavés. El Decano perdió 2-0 ante el colíder Girona. Y la Ponferradina, próximo rival del Zaragoza –el domingo que viene en La Romareda– quedó frenada en su campo al empatar 4-4 ante el Barcelona B en un espectacular partido que remontó tras ir perdiendo 1-3 y 2-4 en la segunda mitad. De este modo, ni sevillanos, ni onubenses, ni bercianos lograron abrir brecha con el Real Zaragoza, que atascados en los 20 puntos, siguen igualados con el Recreativo y tienen a tiro de un partido los 21 del Betis y los 23 de la Ponfe, a la que darán caza si logran ganar el crucial partido de dentro de seis días en el estadio zaragozano.

Este es el efecto placebo que genera la inestimable colaboración de estos tres rivales en esta jornada que podía haber sido mucho más grave en el aspecto de ubicación en la clasificación. Pero, realmente, o se produce una reacción inmediata del Real Zaragoza o en muy poco tiempo el descalabro en el escalafón de la Segunda División puede ser llamativo y decepcionante.

Por la parte de arriba, resulta peligroso que los dos puestos de ascenso se hayan ido ya a 9 puntos de distancia (Las Palmas y Girona ya están en la cota de los 29) y que el tercero y el cuarto –Sporting de Gijón y Valladolid– se hayan alejado en 6 puntos (con 26, están ya a dos partidos de los zaragocistas). Se trata de una brecha considerable que no conviene se haga mayor en ningún caso. Para ello, el calendario inmediato del Real Zaragoza aguarda duelos vitales precisamente ante Girona, Valladolid y Las Palmas, que se advierten con un carácter muy definitorio para saber cómo va a discurrir la segunda parte de la competición en el seno zaragocista.

Además de estas consecuencias nocivas en la cumbre de la clasificación, el colapso de resultados del Real Zaragoza en el último mes ha provocado un riesgo enorme de caerse a la zona media-baja de la tabla de no mediar la imperiosa reacción en la próxima cita ante la Ponferradina. Hasta cinco rivales, que hace un mes se habían quedado rezagados, tienen ya a mano la 8ª posición del Zaragoza. El Alcorcón, que anoche ganó in extremis al Lugo (1-0), ya ha cazado a los blanquillos. El Alavés –tras su éxito en Sevilla– y el renacido Mallorca, que empató 0-0 en Tenerife, están ya a rebufo de los aragoneses con 19 puntos. Solo uno menos posee el citado Lugo; y el Barça B, con 17, también puede descabalgar a los zaragocistas el próximo día.

El eje de la balanza no miente tras la penosa racha de 1 de 12 que acumula el Zaragoza: al contrario que hace un mes, ahora queda más cerca la zona de descenso a Segunda B (a 6 puntos), que la de ascenso directo a Primera (a 9).