Trabajadores y club apuran la negociación

Tras el fracaso de la reunión de ayer, ambas partes aspiran todavía a alcanzar un acuerdo in extremis.

Concentración de los empleados en las oficinas del Real Zaragoza
Trabajadores y club apuran la negociación
Javier Benito

El conflicto laboral del Real Zaragoza sigue lejos de una posible salida acordada después de cerca de dos meses de negociaciones infructuosas. Los representantes sindicales de los 210 trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) -la mayoría encargados de los accesos de la Romareda- y los representantes legales del club mantuvieron ayer la última reunión bilateral prevista sin que tampoco se aproximaran posiciones.


Ambas partes mantienen todavía esperanzas de alcanzar un acuerdo en última instancia este viernes en la reunión prevista por la mañana en el Servicio de Mediación y Arbitraje (SAMA) del Ejecutivo aragonés, si bien reconocen también que, a la vista de la distancia entre unas y otras posiciones, será «muy difícil y complicado».


La reunión de mañana con el SAMA coincide con el último día de plazo de negociaciones del ERE. Es por tanto la última oportunidad de una salida pactada a un conflicto que, de otra forma, parece abocado a los tribunales. Pero ambas partes se muestran dispuestas a agotar todas las posibilidades hasta el final.


«Puede ocurrir que el club se avenga a razones o nos presente una empresa en condiciones para poder subrogarnos a ella», declaró ayer el presidente del Comité de Empresa, Ignacio Guerrero, a la salida de la reunión en las oficinas del Real Zaragoza.


«Todavía estamos dentro de una negociación y hasta el viernes se puede llegar a un acuerdo -añadió el dirigente sindical-. Que lo logramos, bien. Que no llegamos, pues que cada uno piense lo que quiera. Nosotros hemos hecho todo lo posible y por activa y pasiva hemos ofrecido soluciones y no han querido aceptarlas. Cuando alguien dice que no, es que no».


En cambio, fuentes del Real Zaragoza aseguraron que «no nos cerramos en banda ni mucho menos» y que ayer mismo hicieron una oferta económica y «tampoco negamos la mayor» de una posible subrogación de parte de los puestos de trabajo inmersos en el Expediente de Regulación. «Pero la letra pequeña es lo que hay que ajustar», agregaron, y ahí es donde no se logran reducir las distancias.


«No es que el Zaragoza no haya hecho ninguna propuesta. Todas las cartas están encima de la mesa», aseguraron los representantes del club, e insistieron en que, a pesar de que el ERE afecta a 210 trabajadores, están dispuestos buscar una salida que resulte «menos traumática» en las condiciones de la externalización de los servicios afectados (fundamentalmente la cobertura de los partidos en la Romareda, pero también el mantenimiento del estadio y de la Ciudad Deportiva y algunas dependencias más) «para mantener a la inmensa mayoría».


El club no descarta subrogar parte de los puestos, pero sostiene que no es posible en las condiciones que reclaman los trabajadores (que pasarían por mantener los salarios actuales). En cuanto a los despidos, la oferta patronal se atiene , según sus representantes, a los 20 días por año trabajado con el límite de un año que establece el Estatuto de los Trabajadores. «Tenemos unos problemas de liquidez, por todo el mundo conocidos, que no nos permiten hacer ofertas por encima». Aunque reconocen que, si el conflicto acabara en los tribunales y se llegasen a declarar despidos improcedentes, la indemnización ascendería a 45 días y sin tope de 12 meses.


Mañana se verá si ambas partes están dispuestas a jugarse las diferencias a lo que pueda decidir un juez o bien ceden y se quedan en un término medio.