La inesperada derrota sufrida el pasado lunes en la Romareda frente al Tenerife no ha desalojado al Real Zaragoza de su posición de privilegio en la zona noble de la tabla clasificatoria de Segunda División. En el quinto puesto, con 19 puntos, el conjunto aragonés habita en las plazas de promoción y se halla a cuatro puntos del ascenso directo. Una situación privilegiada que se va a someter a un duro examen en las próximas semanas. Noviembre proporciona cuatro selectivas pruebas que dictarán el nivel real del equipo.

Existe un dato muy revelador. El Real Zaragoza todavía no se ha topado con ninguno de los siete primeros clasificados de la categoría: Valladolid, Girona, Las Palmas, Sporting, Ponferradina y Betis. Hasta el momento, el calendario le ha procurado los rivales teóricamente más débiles.

El primer obstáculo en interponerse en el camino del colectivo dirigido por Víctor Muñoz será el Sporting, la única escuadra de Segunda que permanece invicta tras once jornadas. Bajo las órdenes del exinternacional Abelardo Fernández, está firmando una irregular campaña en el Molinón. Ha derrotado con apuros a la Ponferradina, al Leganés y a Osasuna y ha cedido empates con el Girona y el Real Valladolid. Además, su portero PichuCuéllar es el menos goleado de la liga, con ocho tantos en once encuentros.

A la calidad futbolística de los gijoneses debe sumarse el factor ambiental. La afición asturiana -y sus jugadores- no ha olvidado lo sucedido en el choque de la pasada campaña, donde los zaragocistas se impusieron por 2-3, con la expulsión de tres jugadores locales y unos lamentables incidentes a la conclusión.

La siguiente semana continuará la exigencia máxima con otro clásico de Primera División. Un Betis renqueante pero con una plantilla muy talentosa y profunda, visitará la Romareda. Los andaluces están padeciendo el síndrome que sufren todos aquellos que descienden un escalón. La adaptación a la cruenta vida en Segunda jamás resulta sencilla. En este traumático proceso de ajuste el más señalado es el técnico Julio Velázquez, cuya continuidad está en el alero.

Sin embargo, el análisis de los futbolistas infunde enorme respeto. Muchos de ellos cuentan con un rico currículo en la elite. Antonio Adán, Rubén Castro, Jorge Molina, Jordi Figueras, Álvaro Cejudo o Javier Matilla son poderosos argumentos para afrontar con precaución un pulso.

De vuelta a la carretera, el sábado 22 de noviembre la cuesta ofrecerá un falso llano con el derbi del Moncayo. El Numancia, que se halla en descenso, nunca se lo pone fácil al Real Zaragoza en este duelo de gran rivalidad. Jamás existe un claro favorito en este tipo de enfrentamientos.

Noviembre se cerrará el domingo 30 con el desembarco de la Ponferradina en la Romareda. Los leoneses se están reivindicando como una de las revelaciones del campeonato. En estos momentos son sextos, a un solo punto de la escuadra aragonesa.

La buena noticia para los de Víctor Muñoz es que la fortaleza del rival se concentra en su faceta como anfitrión. Al abrigo del Toralín ha sumado 13 de sus 18 puntos. A domicilio, sus prestaciones descienden notablemente (cinco puntos de 18 posibles).