Jaime Romero: "Siempre he querido triunfar, ser el mejor"

El zurdo albaceteño se estrenó en la Romareda con un gol decisivo y una brillante aportación desde el banquillo

Jaime Romero.
Jaime Romero: "Siempre he querido triunfar, ser el mejor"
Asier Alcorta

Su presentación en la Romareda fue la soñada tras un duro inicio de temporada marcado por una lesión muscular.

Salir desde el banquillo en un partido trabado y, en el primer balón que te llega, anotar un gol tan importante, es siempre el sueño de cualquier jugador que es suplente por las circunstancias que sean. Estoy muy contento por cómo me salieron las cosas y, sobre todo, porque el equipo pudo ganar un choque que estaba muy complicado.


Fue un contragolpe de libro. Tras córner a favor del Mallorca, un pase de 40 metros de Rubén hacia Eldin y una asistencia al hueco para dejarlo solo ante el portero.

Cuando una jugada de esas características empieza atrás nunca te imaginas que pueda acabar así. En el momento que Eldin recibió y controló el pelotazo de Rubén en la banda, el desmarque que le hice era el único que cabía en esa contra. Eldin lo vio, es un jugador con mucha visión de juego, que tiene un excelente último pase, y me la puso perfecta al espacio


Y ahí surgió su velocidad y su intuición para plantarse solo delante de Cabrero.

Yo pensé de inicio que no iba a llegar. En una primera sensación visual, me pareció que la pelota iba a ser para el portero. Pero cuando esprinté noté que el balón se frenaba y pude llegar una décima antes que Cabrero para meter el pie lo justo y quedarme solo a puerta vacía. Todo salió de maravilla. 


Víctor Muñoz lo definió hace un par de semanas como "un velocista". Su trayectoria y jugadas como esta del 1-0 al Mallorca lo refrendan.

Sí, una de las virtudes que tengo es mi velocidad. Pero tampoco quiero que todo se centre ahí. Aparte de eso me gusta aportar otras cosas con el balón. Goles, centros, asistencias...

Un objetivo puede ser recuperar los goles, aquellos que lo lanzaron al escaparate con 18 años en el Albacete y que luego, por falta de continuidad, no han aparecido.

Cuando salí del Albacete hacia el Udinese yo era muy joven. Ese salto a Italia, no voy a decir que me llegara muy pronto, pero no era lo normal y las cosas no salieron como deseé. Un chico con 18 años no es normal que dé el salto de la Segunda División española a la Primera de Italia. No me resultó fácil tener continuidad y, cuando pareció que me la daban, tuve la mala suerte de lesionarme. Eso marcó todo lo demás. El resto de las temporadas han estado demasiado entrecortadas para mí, me ha faltado confianza.


En su presentación dijo que espera acabar en Zaragoza con cuatro años de altibajos y un rendimiento guadianesco.

Así es. Considero que, en estas últimas temporadas, se me han juntado un cúmulo de circunstancias negativas que me han impedido progresar. Espero no volver a caer lesionado y a tener la continuidad que necesito para ofrecer todas mis prestaciones. Lo necesito.


Se adivina en Jaime un futbolista nervioso, exigente, ansioso por triunfar. Que pide todos los balones, que se enfada cuando no se los dan... 

Está claro que, cuando no juegas, peleas en cada entrenamiento o en cada amistoso por ganarte un puesto. Y cuando juegas cada fin de semana, alcanzas un ánimo más calmado. Es esa confianza la que busco y quiero lograr. Por eso se me puede ver así. Lo reconozco.


No es una percepción errónea.

No. Yo soy así. Una persona nerviosa, que siempre he querido triunfar, ser el mejor. Y esa actitud, que en algunos momentos me pudo ayudar, otras veces me ha podido perjudicar. Lo sé.


Jaime es, pues, un buen titular y un mal suplente.

Mis experiencias tienen de todo. Partes buenas y malas. Y el hecho de llegar a un sitio y no jugar, no sentirte importante, a una persona con mi carácter le toca un poco la moral. Psicológicamente, yo sé que no estoy bien si no juego.


Ha venido al Real Zaragoza a ser una pieza clave en el equipo y lo está echando en falta.

Sí, claro. Yo necesito jugar, ser útil, ver que cuento con la confianza del equipo y de todo el mundo. Pero es que, por mi forma de entender el fútbol, creo que es algo que le hace falta a cualquier jugador. 


Es evidente que su apuesta es fuerte. En Zaragoza, en esta nueva cesión del Udinese, ha de explotar como sea para no perder el tren definitivamente.

Está claro. Hace varias temporadas que parto siempre pensando que va a ser este el año... y no ha sucedido. Que la gente haya esperado tanto de mí siempre, también me ha acabado cargando de presión y me ha perjudicado. Yo mismo me he exigido cosas que no podía dar en ese momento.


Usted también debe atemperar esos ímpetus.

Lo sé. Ahora soy más mayor. Tengo la cabeza de otra manera, soy una persona más tranquila que antes, ya no me tomo las cosas tan a pecho.


¿Cómo ve al equipo?

Con jugadores de mucha calidad, con una buena línea atacante. Creo que este año podemos hacer cosas muy positivas. Hay gente con gol, con mucha pólvora.


El año pasado jugó con Willian José en el Castilla. Al brasileño, al contrario que a usted, se le está resistiendo el gol.

Willian es un delantero, para mí, de los mejores o el mejor de la categoría definiendo ante el gol. Su remate es espectacular. Pero necesita suministro de balones para que los pueda meter adentro. Un día lo logrará. Seguro.