Un mes perdido

La cuarta semana de negociaciones entre Agapito Iglesias y varios grupos de empresarios que optan a comprarle el Real Zaragoza concluye sin acuerdos ni claridad de cara al fururo.

Protesta antes del último partido en La Romareda
Un mes perdido

Se agota, sin que haya surgido solución alguna, la cuarta semana desde que se conoció que Agapito Iglesias estaba acometiendo la venta de su paquete accionarial del Real Zaragoza. Ha transcurrido un mes entre incertidumbres, nervios, contradicciones, espesura de argumentos, afloramiento de nombres propios sorprendentes, flujos de informaciones subterráneas e infinidad de matices inconexos que, al final de este serial, no han dejado resultados tangibles en la operación.


Agapito sigue siendo el dueño del Real Zaragoza y, pese a que todos los grupos aspirantes a comprarle sus títulos de propiedad han mostrado un inusual anhelo por obtener su fin, ninguno ha logrado culminar un trato que todos han visto en algún momento casi cerrado. Nadie se ha retirado de la pugna por hacerse con el mando de la entidad aragonesa, todos continúan insistiendo en la bonanza de sus ofertas y proyectos posteriores, pero lo cierto es que el final de esta cuarta semana de vorágine diaria concluye con la sensacion generalizada de que la posibilidad de que alguien halle un acuerdo con Iglesias se ha desvanecido notablemente por puro desgaste.


El grupo aragonés. Los empresarios que representa Mariano Casasnovas, los mejores posicionados durante muchos días para adquirir la SAD, no se deciden a entrar en la operación tras diversas diferencias internas acontecidas en los últimos 15 días. Han pasado de tener la operación muy avanzada, a falta solo de la firma, a una posición inestable.


El capital alemán. Después de preferir la discreción, con el aragonés Javier Laínez como discreto abanderado, esta semana han decidido poner nombre al inversor principal: el germano-pakistaní Kadir Sheikh. Esta aparición, a pesar de venir sustentada en la figura de Nayim, está generando dudas por la compleja personalidad de Sheikh.


La vía mexicana. El grupo de inversores radicados en México, tras negociar e informarse desde la distancia a través de videoconferencias y con el cónsul en Zaragoza, Luis Emilio Fernández, como intermediario, llegó ayer a España para intentar cerrar el acuerdo con Agapito. No lo consiguieron. Y su plan no es alargar las negociaciones.



Más información en la edición impresa de Heraldo de Aragón.