El Real Zaragoza B ha llegado al lugar que llevaba buscando desde el principio de la temporada. El filial, dirigido por Emilio Larraz, se jugará este domingo (11.30) en La Romareda su primera oportunidad de ascender a Segunda B. Tras ser campeones de la Tercera aragonesa, los canteranos se enfrentan al Trival Valderas de Alcorcón, con el que en la ida empataron a uno, por lo que si vencen la eliminatoria jugarán la próxima campaña en la categoría de bronce del fútbol español.

"Sería poner la guinda a una temporada inmejorable del filial, en la que hemos conseguido unos números fantásticos y además un juego muy bueno", ha asegurado el entrenador del filial, Emilio Larraz: "El poder jugar en La Romareda es un premio al buen trabajo que han hecho los chicos".

El técnico es consciente de que un empate a cero significaría lograr el objetivo por el que su equipo lleva luchando toda la temporada, pero no está dispuesto a especular con el resultado ni a alinearse con el resultadismo o la tacañería futbolística. "Un filial no puede jugar al 0-0. Pero llamar a la gente a La Romareda para buscar el 0-0 sería una falta de respeto a la afición", se sincera Larraz.

"Es como un examen final. Si durante todo el año has estudiado, te puedes quedar en blanco, pero lo lógico es que te salga bien. Seguro que el rendimiento del equipo va a ser bueno", ha indicado el entrenador, consciente de que es un partido con más presión de la habitual: "Es diferente por la repercusión. Esto aumenta tu grado de responsabilidad. Hemos pedido ayuda a la afición y no podemos defraudarles. Estoy convencido de que no vamos a decepcionar a los aficionados que vengan a La Romareda".

Por último, el entrenador ha hablado sobre el estilo con el que quiere afrontar la vuelta de la eliminatoria. "En una final así lo que hay que hacer es poner sobre la mesa todo lo que te ha llevado hasta allí. No podemos perder ni nuestra identidad ni nuestra confianza", ha explicado.

El sueño de los canteranos

Por su parte, el jugador Álvaro Meseguer se mostraba también muy ilusionado con la posibilidad de certificar un ascenso para el que el filial blanquillo lleva trabajando toda la campaña. "Es una final y la jugamos en La Romareda. Es donde todos hemos soñado jugar", destacaba el capitán del segundo equipo zaragocista.

El equipo es consciente de que "el domingo tenemos una gran oportunidad y no la podemos desaprovechar", según Meseguer, aunque los canteranos esperan "un partido muy difícil" ante un rival que también espera poner el broche de oro a una gran campaña, como quiere hacer el Real Zaragoza B.