El proyecto de los empresarios toma velocidad

Los promotores de la opción de compra del Real Zaragoza muestran un prudente optimismo tras la toma de contacto con el entorno de Agapito Iglesias.

Agapito Iglesias, con el presidente del Real Zaragoza Fernando Molinos
El 2013 del Real Zaragoza_4
A. ALCORTA

La propuesta de nueve empresarios aragoneses, liderados por Manuel Casasnovas, de comprar el Real Zaragoza ha tomado velocidad, tras la reunión mantenida este pasado fin de semana con Javier Bazaco, hombre de confianza de Agapito Iglesias. A pesar de la dificultad que supone el desarrollo de la iniciativa, los promotores han regresado de Madrid con un prudente optimismo, dispuestos a seguir dando pasos que permitan concretar su proyecto. Todos son conscientes de que los próximos días son claves para dar un empujón definitivo o, en el caso contrario, enterrar el proyecto.


La situación judicial por la que atraviesa Agapito Iglesias y las circunstancias que rodean su propiedad -parte de las que están depositadas como fianza por el caso Plaza- complican una operación que, sin embargo, parece haberse consolidado después del encuentro de este pasado fin de semana.


En cualquier caso, son precisamente estas circunstancias las que han motivado que Agapito Iglesias pida mayor rapidez a la hora de concretar la venta que él mismo ha dinamizado. El propietario de la entidad ha solicitado a sus colaboradores que extiendan sus redes y aceleren un posible acuerdo.


El grupo de empresarios es consciente de que el punto de encuentro no va a ser fácil por la cantidad de flecos que es preciso pulir, por un lado, y la premura que exige Agapito Iglesias, por otro. El soriano sabe que buena parte de su actual situación deriva de su condición de propietario del Real Zaragoza. Y ya ha decidido cerrar esa puerta.


La iniciativa cuenta con el visto bueno del actual propietario. Hasta ahora, Agapito Iglesias ha procurado mantener alejados de la venta a posibles ‘tiburones’ financieros, atraídos por una operación en la que piensan que es posible sacar dinero. Y el soriano se ha centrado en propuestas que aúnen solvencia y solidez económica, y garanticen un futuro en condiciones, al contrario de lo que ha ocurrido durante los años de su gestión.


El encuentro ha servido para poner sobre la mesa las condiciones de la venta, las exigencias de Agapito Iglesias y las posibilidades de los empresarios de ajustarse a la propuesta de venta. El constructor solicita una cantidad fija, además de un pago a plazos sobre los beneficios que él considera que podría lograr la entidad en Primera -donde sería rentable-. Pero, además, quien compre el equipo ahora debe hacer frente a una serie de pagos, entre el que se incluyen las fichas de los futbolistas, que debe asumir en el tramo final de la temporada.


En principio, esta semana resulta decisiva para cerrar el acuerdo. Las dos partes quieren que la cuestión se resuelva con prontitud; no pretenden que se entre en un posible culebrón que obstaculice aún más una iniciativa plagada de complicaciones.

Los empresarios son conscientes, al mismo tiempo, de que su gesto va a provocar también movimientos en otras iniciativas interesadas en cerrar un acuerdo con Agapito Iglesias. De hecho, sigue adelante la propuesta de Javier Láinez, que aspira a conseguir financiación por parte de un empresario mexicano -que no llega-; y existen también otras opciones, algunas de las cuales, Agapito ve con buenos ojos.


Sin embargo, no cabe duda de que la propuesta que lidera Casasnovas ha tomado ventaja en el abanico de los aspirantes a hacerse con la entidad. A pesar de ello, sin embargo, habrá que ver cómo se resuelven los perfiles más afilados del acuerdo.


Las dos partes quieren que todo se encarrile cuanto antes. El proyecto toma velocidad en una semana que puede resultar decisiva.