"¡¡Volveremos!!"

Un Real Zaragoza convencido ha logrado una complicada victoria que ajusta al equipo en el carril del ascenso.

Los jugadores del Real Zaragoza felicitan a Roger
Celebración de un gol durante el partido Real Zaragoza - Alcorcón
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

Con un enorme sufrimiento, de forma casi agónica, suspirando y con un hombre menos; así ha ganado el Real Zaragoza. Sin jugar bonito, porque en Anduva es muy complicado jugar bien, ante un rival además hipermotivado. Pero para meterse en el carril que conduce a Primera hay que ganar en este campo, en territorios envueltos en alambre de espino. El Real Zaragoza ha hecho muy bueno el gol de Roger –otra vez el ‘9’ zaragocista- para llevarse tres puntos importantísimos de Miranda que apuntalan por fin al equipo aragonés en la aristocracia de la categoría. El cuadro blanquillo apunta con descaro a Primera.


No ha sido el Real Zaragoza de los últimos partidos. Le ha costado mucho más desplegar su juego. Ahogado por un Mirandés que sabe qué quiere y cómo hacerlo, ha pasado apuros en varios momentos. Sin embargo, ha impuesto su jerarquía para lograr una victoria de autoridad, de las que valen, con las que se asfalta el camino que lleva de nuevo a la élite.


Ese grito que explotaba en Anduva, "¡¡volveremos!!", era la expresiva manifestación del espíritu de una afición que se ha aliado con el equipo en busca el ascenso. El zaragocismo está convencido de que ‘sí se puede’ y en esa seguridad se alinea. Se entrega al equipo y se muestra más que esquiva, de espaldas, a un grupo directivo con el que no siente la más mínima identificación. Como demuestra partido a partido. Aunque el Real Zaragoza juegue en Miranda.


La seguridad, la fe, la convicción en la victoria, a pesar de los obstáculos, resultan clave en el alargado y complicado camino en el que se encuentra inmerso el Real Zaragoza. El equipo de Paco Herrera se ha metido en el carril que lleva a la élite. Que pasa por ganar. Y a eso se ha empezado a acostumbrar el equipo aragonés. Es la vía.