El camino por el que transita el Real Zaragoza tras las cuatro primeras jornadas de la Liga Adelante le conduce hacia un abismo de imprevisibles consecuencias, algo que los zaragocistas pretenden enmendar dando un giro frente al Tenerife, que tampoco sabe lo que es ganar esta campaña.

El segundo partido consecutivo en casa, lejos de llegar como una oportunidad para apuntalar su situación en la clasificación lo hace abarrotado de urgencias después de haber sumado solo dos puntos en cuatro jornadas y todavía más preocupante anotando un solo gol en los cinco partidos oficiales que ha disputado, cuatro en liga y uno en la Copa del Rey.

El discurso de la condición de favoritos al ascenso por el hecho de ser un recién descendido está prácticamente aparcado en las filas mañas, a la espera de poder incrementar su maltrecha la moral a través de una victoria que se les sigue resistiendo.

Ahora el primer paso es abandonar por la vía rápida las plazas de descenso, una posición en la que ha pasado casi la mitad del tiempo las cinco últimas temporadas, a las que cayó con la derrota de hace siete días frente al Lugo.

A todo ello se unió la eliminación copera en Mendizorroza el pasado martes tras encajar el gol de la derrota, de nuevo de cabeza, en el tiempo de prolongación, a pesar de que el entrenador Paco Herrera aseguró haber empezado a ver cosas positivas en el terreno de juego de sus jugadores.

Las soluciones que sigue rebuscando Herrera entre los futbolistas que tiene a su disposición, incluidos los del filial que frente al Alavés ya tuvieron su oportunidad como fue el caso de Rico y Tarsi, llegan con cuentagotas sobre todo para empezar a crear peligro ante la portería contraria y conseguir los goles que le permitan alcanzar el primer triunfo.

La sequía goleadora entre los atacantes, el único gol lo marcó Roger en el debut liguero frente al Hércules hace casi un mes, los blanquillos están convencidos de que llegarán en el momento en que consigan otro que les de la confianza que ahora les falta.

El técnico catalán tendrá a su disposición a los tres atacantes, una vez finalizados los compromisos internacionales del chileno Ángelo Henríquez, y podría optar por utilizar a dos de ellos de inicio en busca de esa victoria que se les resiste.

También ha desvelado, sin hacer público el once inicial, que alguna de las cosas que le gustó frente al Alavés en la Copa tiene intención de ponerla en práctica en la competición de la regularidad y bien podría ser la presencia de Rico en el lateral izquierdo.

Por su parte, el equipo insular intentará aprovechar la situación que vive el Zaragoza para sumar tres puntos que den tranquilidad a un equipo que, pese a que no ha obtenido los resultados deseados, está satisfecho con el juego realizado, aunque ha pecado de falta de pegada.

Acabar las jugadas de gol es la principal premisa que se ha marcado el conjunto de Álvaro Cervera, que volverá a tener a Aridane Santana como hombre referencia en el ataque, aunque espera la aportación de jugadores de segunda línea.

El técnico tinerfeñista ha desplazado a Zaragoza a toda su plantilla, salvo al lesionado Raúl Cámara, aunque Baltasar Rigo y Borja Pérez aún no están en plenas condiciones para jugar.

Podrá tener sus primeros minutos en liga el centrocampista Íñigo Ros, quien fue pieza importante la temporada pasada en los planes de Cervera y había estado lesionado desde pretemporada.

Sumar es importante para los insulares, sobre todo para despejar las dudas que hay sobre su juego y afrontar con garantías el doble compromiso como local que tendrá las dos próximas semanas ante el Lugo y el Real Madrid Castilla.