Tras diez partidos sin ganar, el Real Zaragoza vela armas para afrontar la parte más dura del calendario. Apodado el 'Tourmalet' de la Liga, las visitas consecutivas del Real Madrid y Barcelona endurecen todavía más el complicado tránsito que los blanquillos han de recorrer hasta el final de temporada. Duras cuestas a superar en La Romareda, que eclipsan quizás el resto de rutas que los aragoneses deberán recorrer hasta que finalice el curso. Partidos de extrema importancia para la supervivencia de los zaragocistas un año más en Primera División, que comienzan este domingo en Sevilla.

Siendo el peor conjunto local de la categoría, el cuadro aragonés afronta las últimas once jornadas con una agenda plagada de finales. Partidos en los que, por norma general, habrá algo más que tres puntos en juego. Siendo la gran mayoría de ellos lejos de territorio zaragozano.

La primera parada, el estadio Sánchez Pizjuán. Antiguo hogar de Manolo Jiménez y campo que los blanquillos ya han visitado en una ocasión esta campaña. Entonces, con la Copa ya convertida en molestia, los del león rampante cayeron derrotados por un contundente 4-0. Resultado que no pasa de simple anécdota vista la convicción en el triunfo demostrada por uno y otro equipo. Desde luego, la del próximo fin de semana ha de ser una nueva película. Aquella en la que los zaragozanos pongan fin a su penosa serie de resultados recientes.

Posteriormente, y con los partidos contra Madrid y Barça de fondo, se plantean dos salidas cruciales para el Real Zaragoza. Dos choques directos contra Deportivo y Celta en las jornadas 20 y 22. La pareja de conjuntos gallegos son actualmente dos de los tres equipos sumergidos actualmente en los puestos de descenso. Precisamente, el que falta para completar el trío, el Mallorca de Gregorio Manzano, visitará La Romareda una semana más tarde del viaje a Vigo. Sin duda, la fase clave de la temporada.

A pesar del socavón en el que se encuentran atorados, los aragoneses continúan manteniendo unos registros aceptables como visitantes. No en vano, el cuadro blanquillo ha conseguido 14 puntos lejos de su estadio, siendo el único equipo de Primera que suma más fuera de casa que en su feudo. En total, los zaragocistas son el décimo mejor visitante de la categoría. Una vieja fortaleza ya perdida entre la mala racha de 2013, pero que debe recuperarse cuanto antes.