Opinión

La hora de la verdad

Es incuestionable que, a lo largo de una temporada, siempre hay momentos críticos y éstos se acentúan todavía más en aquellos equipos cuyos proyectos son débiles o tienen poco tiempo de gestación. Es evidente que ambos axiomas se dan en torno al Real Zaragoza, porque nadie ha puesto en entredicho que está inmerso en un proyecto nuevo, sustentado en dos pilares fundamentales: por un lado, una plantilla prácticamente inédita con multitud de incorporaciones, y por otro lado una sociedad sometida a unas vicisitudes económicas con un calendario de pagos que debe cumplir escrupulosamente y del que no se puede cometer el más mínimo error; fruto todo ello del concurso al que ha estado sometido el club aragonés.


Estas dos variables delimitan incuestionablemente el éxito o el fracaso; o lo que es lo mismo, a la permanencia o no en la Primera División.


Es el momento de unir las fuerzas, aunar esfuerzos y de reconocer que hubo algún momento durante la primera vuelta en el que el equipo transmitió la suficiente confianza para que todos pensáramos que el objetivo de la permanencia discurría por el camino ideal.


Pero una vez más, la contradicción, los secretos y misterios que rodean al fútbol, son capaces de revertir, de cambiar la situación y transformar a un colectivo que había dado síntomas de competitividad y buen hacer en un equipo incapaz de conocer la victoria durante 3 meses, devorándolo en una tendencia y espiral desastrosa.


Llega la hora de la verdad, esa en la que da igual qué rival tienes enfrente, en la que no es significativo ni conduce a nada tratar de buscar una excusa en la que amparar la derrota. Es la hora de los hechos y no de las palabra s;es la hora de que los profesionales den un paso adelante y vuelvan a sentir con el máximo respeto, compromiso y esfuerzo la camiseta blanquilla y el escudo que porta. Porque una vez más, la afición, el simpatizante o abonado, va a dar ejemplo, no los va a dejar solos ni huérfanos, pero necesita que el primer paso y aliento sea de sus jugadores.