Real Zaragoza

Los papeles de la Real

La visita de la Real Sociedad a La Romareda, este domingo, se enrarece con la aparición de una supuesta contabilidad que zarandea el fútbol y salpica, de paso, al Real Zaragoza.

En una mezcla desafortunada de inoportunidad y oportunismo, llega la Real Sociedad a La Romareda "adornada" con el papelón de esa presunta contabilidad en B que salpica de controversia el mundo del fútbol y, de paso, al Real Zaragoza.


Se envolvía el encuentro del domingo con la incógnita de cómo podría afectar a la Real Sociedad esa 'bomba' lanzada por su expresidente Iñaki Badiola: el reconocimiento de una contabilidad paralela en la que se reservaba dinero para la adquisición de sustancias dopantes. En el momento en el que el jucio de la Operación Puerto abordaba el significado de las iniciales RSoc en un apunte de Eufemiano Fuentes. Singular coincidencia...


Ahora, la cuestión se enfanga un poco más, al referirse también los papeles a un supuesto pago al Real Zaragoza por ganar al Alavés y facilitar en 2006 la salvación donostiarra.


Surge la cuestión cuando la Europol anuncia una profunda investigación sobre el amaño de partidos de bastante más nivel que el que se enuncia y que el conjunto aragonés resolvió con solvencia manifiesta, con una superioridad incuestionable.


La incidencia, sin embargo, no va a aislarse del escándalo del que ahora interesa envolver el fútbol; y lo que también merece la pena saber ahora: si la elección del Real Zaragoza es sólo una cuestión puntual o una elección deliberada. Que los últimos años de la gestión blanquilla han dejado un buen puñado de heridas abiertas. Por mucho que el incidente se produjera en la antesala de la venta del club de Alfonso Soláns a Agapito Iglesias.


El cóctel se vuelve explosivo y, por mucho que los técnicos se esfuercen en aislar a sus hombres de semejante polémica, los papeles van a saltar con los jugadores este domingo al terreno de juego de La Romareda. Aunque es difícil adivinar cuál será su influencia.


La controversia ha apartado el duelo de la cabeza del entorno realista; lo que se adivina una ventaja para la formación blanquilla, que ha podido prepararlo más a conciencia, con más delicadeza. A cambio, la situación enrabieta a la escuadra guipuzcoana, que puede llegar a la cita singularmente motivada.


Un buen puñado de sal con la que aderezar -o envenenar- un partido de enorme trascendencia deportiva.