El entrenador del RCD Espanyol, Javier Aguirre, ha asegurado este viernes que irán a Zaragoza "con menos presión" por no estar en zona de descenso pero con la máxima intensidad para intentar ganar fuera de casa, algo que se deben, y no "volver a llorar" por verse en la zona roja.

"Si bajamos la guardia somos vulnerables. Iremos con menos presión pero con mucha intensidad a Zaragoza, si no, nos podemos llevar un susto y empezar otra vez a llorar y sufrir, y no", manifestó en rueda de prensa.

Eso sí, celebró no tener esa presión de verte último. "Ves a tres compañeros ahí debajo. Te quita presión pero no puedes bajar intensidad, debes ver que hay muchos equipos por encima y hay que sumar, quedan 21 puntos para matemáticamente alcanzar el objetivo, y son muchos partidos", reconoció.

Además, quieren ganar para recuperar fuerzas lejos de Cornell-El Prat. "Nuestros números fuera de casa no son buenos, la última visita fue una goleada terrorífica, la primera parte fue para olvidar, de basura. Tenemos esa deuda fuera de casa, queremos ganar porque queda menos Liga", manifestó.

Pero para ganar no podrá contar con un Joan Verdú, sancionado, que le obligará a cambiar de sistema. "No podemos encontrar a alguien como Verdú porque no lo tenemos. Es un hombre importante, muy querido, pero nos jugamos cada semana la vida y es normal que haya amarillas, cada semana iremos perdiendo gente, por eso me gusta que todos se sientan partícipes", reconoció.

"Habrá algún cambio de sistema aunque Joan se adapta muy bien a dos sistemas, a los que ha jugado este equipo. Podemos adaptarnos a las circunstancias sin Verdú y con el rival que está enfrente", ahondó en este sentido.

Preguntado por su regreso a Zaragoza, agradeció al club maño la confianza que le dio en su momento para sentarle en el banquillo de La Romareda. "Me dieron la oportunidad de reengancharme al fútbol español después de mi periplo en la selección mexicana, en el Mundial de Sudáfrica, y año y medio después Agapito me invitó a volver y a esa extraordinaria institución, que me trató muy bien. Fue un año intenso, que vivimos y disfrutamos bien. Pero ahora defiendo los colores del Espanyol", se sinceró.