El argumento de Jiménez

"El partido del Valladolid es importantísimo", lanza el técnico al zaragocismo, mientras reclama un plus de ambición deportiva.

Entre los méritos de Manolo Jiménez figura el de no enredarse con el mensaje del fútbol. Es claro, directo y llega sin cortocircuitos tanto a sus jugadores como al aficionado.


"El partido del Valladolid es importantísimo", lanza al zaragocismo, mientras reclama un plus de ambición deportiva. Y este recibe el mensaje con la atención que le merecen las indicaciones del técnico sevillano. Porque nunca resulta manido su discurso.


Hay demasiadas cosas en juego este domingo en el estadio José Zorrilla. De salida, los puntos. Es verdad que el Real Zaragoza ha alcanzado el listón de los 22 fijados por Jiménez para la primera vuelta. Pero no está permitido dormirse, aprietan los rivales -¡cómo ha cambiado el Espanyol de Javier Aguirre, próximo visitante de La Romareda- y es preciso habilitar un colchón de tranquilidad.


Duelen, además, las dos derrotas ligueras seguidas, una racha que el Real Zaragoza ha de romper en Valladolid. Y dar realce así de paso a su vitola de escuadra poderosa a domicilio, que quedó tocada, mermada, tras su paso por el Calderón.


Valladolid es antesala, además, de ese otro atractivo frente que tiene abierto el equipo blanquillo: la Copa del Rey. Espera Sevilla en una eliminatoria abierta de par en par. El duelo liguero puede servir para alimentar las convicciones zaragocistas.


Debe Jiménez recomponer el equipo por culpa de las bajas; cuenta ya con el recién llegado José Fernández y una lista a la que incorpora a Lanzaro y que completa con jugadores del filial.


El reto del sevillano será que, a pesar de todo, el Real Zaragoza se siga pareciendo a sí mismo. E impregnarlo de ambición.