Opinión

Apasionante enero

El equipo de Manolo Jiménez encadena dos partidos que pueden marcar en buena parte el desarrollo de la campaña.

Atlético de Madrid - Real Zaragoza_2
Atlético de Madrid - Real Zaragoza_2
EFE/ AFP

Tiene abierto el Real Zaragoza un apasionante mes de enero, tan atractivo como complejo. Y tal vez es precisamente esta semana la que se adivina más cargada de emociones. Encadena el equipo de Manolo Jiménez dos partidos que pueden marcar en buena parte el desarrollo de la campaña.


Su cita este domingo en Valladolid obliga a puntuar. No puede permitirse el lujo el Real Zaragoza de perder terreno en la Liga; a pesar de que los 22 puntos era la exigencia mínima de Manolo Jiménez, los equipos han empezado a reaccionar y comienzan unas apreturas de las que debe salir cuanto antes el equipo aragonés.


Además, es preciso cambiar el paso tras dos derrotas seguidas –ante el Betis y el Atlético-. Un tercer revés pasaría factura en un entorno deportivo que ha sufrido el serio varapalo de unas campañas durísimas. Sabe Manolo Jiménez lo complicado que es recuperar al equipo de una situación semejante. Y no quiere aventurarse a ello.


Pero, al mismo tiempo y sobre todo, el Real Zaragoza está capacitado –sobradamente capacitado- para ganar en Zorrilla. El equipo aragonés se ha mostrado como muy serio y sólido a domicilio, un rival muy complicado de vulnerar fuera de casa. El cuadro blanquillo ha de mantener esa tendencia y asaltar el estadio de un equipo, el Valladolid, que tuvo la osadía de llevarse los tres puntos de La Romareda en el primer partido de Liga.


Apenas sin descanso, en ese carrusel que denuncia Manolo Jiménez, afrontará el equipo la vuelta de los cuartos en Sevilla. Vale mucho el haber mantenido la puerta a cero en La Romareda. Porque hoy en día, con la enorme igualdad que se vive en el fútbol, la Copa se gana fuera de casa. La ventaja del local es cierta… siempre que mantenga limpia su portería. Si el Zaragoza marca en el Pizjuán…


Y tras esa cita, la vuelta de Javier Aguirre a La Romareda, en el banquillo del Espanyol. El retorno de la Liga a casa; a lo que debe ser el fortín blanquillo. Apasionante enero.