Real Zaragoza 1 - 2 Betis

El Real Zaragoza se aleja de La Romareda

El conjunto de Manolo Jiménez pierde su sexto partido en casa, donde solo ha logrado tres victorias esta temporada. El Betis, con goles de Rubén Castro y Molina, doblegó al equipo zaragozano, que intentó el empate en los últimos minutos después de que Montañés recortara distancias.

Real Zaragoza - Betis
Partido en la Romareda_2
AFP

Era el propósito para el nuevo año, el deber impuesto por Manolo Jiménez a sus jugadores. Reconquistar La Romareda se había convertido casi en una obsesión tanto para el técnico como la plantilla. La tranquilidad con la que el Real Zaragoza afrontaba el inicio del 2013, en gran parte forjada lejos de la capital aragonesa, debía ser refrendada con una victoria en casa, ante su afición.


Ni siquiera esa necesidad de cerrar la puerta del feudo zaragocista a los visitantes fue suficiente para lograr la victoria, que volvió a escaparse con un argumento que ya comienza a ser peligrosamente habitual. No fue peor el Real Zaragoza hasta que se adelantó el Betis, pero no supo aprovechar sus ocasiones, reincidió en algunos de sus errores habituales y permitió al equipo de Pepe Mel jugar con su arma más letal, la del contraataque.


Media hora tardó en despertar el Real Zaragoza, que no lograba hilar jugadas con intención en un inicio lleno de fallos en el pase, numerosas faltas y excesivas intervenciones del colegiado, Teixeira Vitienes, muy cuestionado por la grada. Sin embargo, resurgió con fuerza el conjunto de Jiménez, que en el último tramo de la primera parte gozó de sus mejores ocasiones.


El primero en intentarlo fue Víctor, cuyo disparo se estrelló en la defensa bética tras una buena jugada de Montañés por la banda izquierda y una pared en la frontal del área que el joven mediapunta no pudo rematar bien. En ese momento comenzaba el partido para el conjunto de Jiménez. Postiga, que no encontraba el hueco para disparar después de haber sobrepasado a Adrián, portero del Betis, y Álvaro, que a punto estuvo de marcar de cabeza, confirmaban el lavado de cara zaragocista, que en solo diez minutos coleccionó ocasiones de todos los colores.


Montañés, Víctor, Postiga, Oriol… Casi todos se sumaban a la ofensiva zaragocista. Sin embargo, fue el bético Beñat el que más cerca estuvo de abrir el marcador para los locales, sacando por encima del larguero un balón que, tras pasearse por el área pequeña de Adrián, bien pudo acabar dentro de su portería.


Pero fue precisamente en el mejor momento del Real Zaragoza cuando el Betis utilizó su mejor arma, la del contraataque, para asestar un duro golpe a La Romareda. No solo por los méritos acumulados por unos y otros, sino por llegar cuando el primer tiempo apuraba sus últimos segundos. Rubén Castro desequilibraba la balanza de la justicia futbolística batiendo a Roberto con un disparo raso, pegado al poste, cuando ya encaraba al guardameta en solitario.


Año nuevo, viejos errores


El primer gol bético, que recordó a la afición ese viejo miedo al gol psicológico, minó la moral de la plantilla, que comenzaba la segunda parte como la primera. Molina, recién salido al campo y todavía frío, falló una ocasión clarísima tras una nueva contra del conjunto andaluz. Con casi toda la portería vacía y Roberto medio batido, el atacante la lanzó a la derecha de la portería zaragocista. No hizo lo mismo pocos minutos después, cuando un error garrafal de Álvaro le otorgaba una segunda oportunidad que esta vez no desaprovechó.


Pudo meter el tercero el Betis, pero Roberto se vistió de salvador con una doble intervención que mantenía vivo al Real Zaragoza. Entonces reaccionó el conjunto de Jiménez, primero con un disparo de Víctor que salió rozando la cepa del poste y, más tarde, con el gol que ponía algo de picante en el césped y esperanza en la grada, que volvía a entonar el “Sí, se puede”.


Poco más de diez minutos les quedaban a los zaragocistas para reconciliarse con La Romareda, que a pesar del marcador no dejó sola a la plantilla. Empujó la afición durante el último tramo del partido, con esa máxima zaragocista de que la esperanza nunca se pierde, pero ni siquiera el calor de la grada forzó la remontada del Real Zaragoza, que parece sentirse más cómodo lejos de la capital aragonesa, donde solo ha perdido cuatro encuentros.


La última palabra la tuvo Apoño, que pudo lograr el empate tras una intervención personal dentro del área, pero pecó de egoísta y quiso acabar la jugada cuando el pase al área pequeña parecía la elección más sensata. El Real Zaragoza no acabó con la pésima racha en La Romareda –ya suma tres derrotas consecutivas en Liga-, y además se llevó el castigo de la expulsión de Álvaro, al que el colegiado le mostró la tarjeta roja cuando ya había finalizado el encuentro.


Ficha técnica:


1 - R. Zaragoza: Roberto; Sapunaru (Ortí, min.74), Loovens, Alvaro, Abraham; Apoño, Movilla; Edu Oriol (Zuculini, min.62), Víctor (Javi Alamo, min.84), Montañés; y Postiga.


2 - R. Betis: Adrián; Chica, Amaya, Mario, Nacho; Beñat (Rubén Pérez, min.79), Cañas; Campbell, Salva Sevilla (Pozuelo, min.72), Nosa (Jorge Molina, min.53); y Rubén Castro.


Goles: 0-1. min.45. Rubén Castro; 0-2. min.57. Jorge Molina; 1-2. min.77. Montañés.


Arbitro: José Antonio Teixeira Vitienes, del C. Cántabro. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Movilla, Alvaro, Abraham y Postiga y a los visitantes Cañas y Amaya.


Incidencias: partido correspondiente a la decimoctava jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 17.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido Fernando Esnaider, hijo del exjugador zaragocista Juan Eduardo Esnaider, y también por Rafael Cruz, delegado de la cantera del Real Betis, que falleció ayer.