Opinión

Ilusión, sí; euforia, no

La capacidad de regeneración del fútbol es asombrosa, a veces, hasta cierto punto inexplicable, siempre sometido a un estado de metamorfosis, capaz de pasar de lo mejor a lo peor en cualquier instante. Nuestro club lo ha vivido y sufrido en sus propias carnes, capaz de conseguir títulos y a su vez agarrarse a la salvación para no caer en el pozo de la Segunda en los últimos instantes, como descender a las miserias en la última jornada.


Con esto, quiere decir, que comparto y me adhiero a la ilusión que en estos momentos alberga a todos los estamentos del zaragocismo, a la comunión perfecta que hay entre el equipo y la afición pero no debemos de abandonar la perspectiva de donde venimos y las penurias que hemos sufrido.


Por supuesto que no debemos de abandonar la ilusión, el optimismo y sobre todo el carácter de ver las cosas positivas pero cometeríamos un grave error en caer en la euforia y dejarnos llevar por esta.


El fútbol es contradictorio, paradójico, incongruente y a veces injusto, por todo ello, debemos de tener la precaución y la mesura de ser conscientes que en una liga tan igualada como es ésta y donde la inmensa mayoría de los equipos pelean y luchan con el mismo afán por conseguir nuestro mismo objetivo no caigamos en la tentación de mirar más allá del próximo partido o jornada.


Hasta el momento, el R. Zaragoza ha dado señales de haber sufrido una mutación extraordinaria; ahora si que hay una calma institucional, existe un proyecto a medio y largo plazo, se nos comienza a respetar desde el exterior, hay un compromiso e identidad en los auténticos protagonistas de este juego los futbolistas que cuentan con la fortuna de estar rodeados de un cuerpo técnico y una afición que nunca los va a abandonar.


El lunes volvemos a la realidad, a enfrentarnos de nuevo a un equipo de nuestro mismo nivel, el Celta que persigue y quiere alcanzar la meta de la permanencia. Un equipo continuista, con el mismo entrenador y la base del año anterior que cuenta con buen manejo de balón, y con cierta dosis de calidad en alguno de sus jugadores pero que también tiene problemas sobre todo con ciertos desajustes defensivos que le hacen ser vulnerable en su propia área.


Si el R. Zaragoza sale mentalizado, convencido de imponer sus armas y el estilo que ha venido mostrando en las últimas jornadas tiene mucho terreno ganado para conseguir la victoria.


Isidro Villanova, ex jugador del Real Zaragoza