No es una situación límite, pero se precisa ganar. Después de un inicio de Liga irregular, con una victoria y tres derrotas como balance, el Real Zaragoza busca ante Osasuna (16.00) un triunfo que asiente al equipo en la dinámica competitiva que exige la elite. Tres puntos que eleven el saldo del conjunto aragonés en la tabla y, todavía más importante, le fortalezcan en el terreno anímico. Suelo por solidificar en un proyecto como el zaragocista, repleto de cambios, caras nuevas e incógnitas por despejar.

Apenas han transcurrido cuatro jornadas de Liga, pero un halo extraño rodea al cuadro blanquillo. A excepción del choque en Cornellá, donde consiguió hacer dos goles, uno de ellos de penalti, los aragoneses no han conseguido perforar la meta contraria. Una inoperancia ofensiva que, unida a la debilidad en la retaguardia, los blanquillos han concedido al menos un tanto en cada partido, ha supuesto una fuga de puntos inconcebible. Para buscar soluciones, Manolo Jiménez decidió encerrarse junto a sus pupilos a lo largo de la semana, no ofreciendo ninguna pista sobre el plan a desarrollar frente a Osasuna.

Sin Loovens, Wílchez, Obradovic y Pintér, lesionados, el técnico sevillano ha optado por dejar fuera de la convocatoria a Stefan Babovic. Llamativa opción, habida cuenta de que el serbio partió como titular en Anoeta. Sin embargo, en el estado embrionario en el que todavía se encuentra el equipo zaragozano, la línea entre el campo y la grada resulta muy fina. Así se había evidenciado anteriormente, por ejemplo, en el caso de Edu Oriol, quien ha sido titular en todas las jornadas menos la tercera, la cual presenció desde el palco. Por contra, entre los 18 elegidos entra por primera vez José María Movilla, que podría saltar al césped de La Romareda en su segunda etapa como jugador blanquillo.

Queda por conocer si habrá cambios sustanciales en el planteamiento que decida realizar el entrenador sevillano o, si por el contrario, optará por darle continuidad a su idea primaria. Un sistema que él mismo ha calificado de 4-3-3 y a cuyo trivote volverá, con casi toda seguridad, Apoño. Tras haber superado sus molestias, un edema que finalmente escondía una pequeña rotura, el centrocampista malagueño se antoja vital en el esquema zaragocista. En palabras de Jiménez, un "futbolista total". Acompañar a Postiga en ataque y sellar definitivamente la meta de Roberto, especialmente en jugadas a balón parado, son las otras dos asignaturas pendientes.

Bajas en Osasuna

De lo que no hay ninguna duda es que el partido ante Osasuna será complicado. No en vano, las últimas cinco visitas de los navarros a la capital aragonesa se han saldado con un triunfo local, un empate y tres victorias visitantes. Una racha que los aragoneses esperan poder cambiar de una vez por todas.

A favor del Real Zaragoza, la actual situación de los rojillos. Colistas y con un único punto en su casillero, el conjunto osasunista ha tenido un arranque insatisfactorio. Además, por si fuera poco, Mendilibar no podrá contar con cuatro jugadores hasta ahora claves en su sistema. Llorente y Puñal, por sanción, y los laterales Marc Bertrán y Damiá, por lesión, se han quedado en Pamplona. Bajas sensibles que el cuadro aragonés deberá aprovechar en su favor para lograr un triunfo que le cargue de energías ante los próximos retos.

Posibles alineaciones

Real Zaragoza: Roberto, Sapunaru, Álvaro, Paredes, Abraham, José Mari, Apoño, Romaric, Montañés, Edu Oriol y Postiga

CA Osasuna: Andrés Fernández, Oier, Arribas, Flaño, Nano, Timor, Armenteros, Sisi, Lamah, Nino y Kike Sola